Daniela Celis y Thiago Medina cuentan que desde que vieron por primera vez a sus mellizas Laia y Aimé el 29 de enero, cuando nacieron, sintieron una conexión única. Los ex participantes de “Gran Hermano 2022 (Telefe)”, comparten su felicidad como padres tras hacer su primera producción de fotos a pocos días de su llegada con la fotógrafa especialista en bebés, May Ruíz.
“Hoy en día las veo y me pregunto, cómo fue posible que perdí tantos años de mi vida sin ser mamá? Desde el primer momento que llegaron a casa decidimos realizar una rutina que se va modificando según los meses de ellas: arrancamos la mañana a las 8 am, tomando la teta doble, siempre las amamantos juntas. Y se duermen un ratito más hasta las 12 am. Somos muy compañeros, nos quedamos siempre con mi mamá que está viviendo con nosotros para ayudarnos con la casa”, destaca Daniela.
“En nuestra rutina le realizamos masajes para los cólicos y así se relajan. Antes de dormir, las bañamos con luz tenue, melodía de Mozart para bebés y a la noche duermen escuchando melodía de Beethoven”, manifiesta la influencer mientras detalla la similitud entre sus herederas.
Daniela Celis y Thiago Medina sobre las gemelas
“Cuánto más crecen más se parecen, tienen la misma marquita de nacimiento en la cabecita, el mismo lunar, son idénticas. Aún nos cuesta reconocerlas con Thiago. Nosotros estábamos preparados para lo peor: para que no duerman en toda la noche y la ver- dad es que son muy buenas y tranquilas. Son muy unidas: duermen juntas, toman la teta a la vez y si las separamos se buscan la una a la otra. Recién están aprendiendo a sonreír a carcajadas”, agrega.
Daniela Celis se emociona cuando piensa en su maternidad. “Ser mamá es el rol más lindo que me tocó vivir. Bailo, cantamos... les invento canciones todo el tiempo. Tenemos nuestros momentos que con sólo mirarnos siento que nos entendemos en todo. Aprendí a conocerlas... saber qué significa cada llanto o cada expresión, qué es lo que quiere. Sentí que tanto sacrificio con esa panza inmensa de 30 kilos sin poder caminar, qué cada dolor valió la pena”, reflexiona Venganiela.
“Thiago como padre me enamoró. Verlo paternar se robó completamente mi corazón. Cuando nos enteramos que iban a ser 2, me senté y tuve una charla con él, le dije que tenemos que ser un equipo sino iba a ser muy difícil. Jamás pensé que se lo iba a tomar tan literal, Él es el capitán de es- te barco, tiene puesta la 10. Durante el primer mes estaba a flor de piel con el puerperio, todo muy hormonal: me ayudó a volver a caminar tras una cesárea y los puntos que me dolían, jamás me puso presión en nada, me dio mi tiempo y espacio para recuperarme mientras él estaba con las bebas. Y hoy en día cuando tengo que ir a trabajar me quedo re tranquila sabiendo que mis hijas están con el padre: nadie las cuida mejor que él. Generó una conexión con ellas increíble, puedo decir orgullosa que somos una familia soñada”, ratifica Daniela Celis.
“Estamos alquilando una casita, especialmente la elegimos para recibir a las bebas y poder estar cómodos todos, mi mamá vino a vivir conmigo, la idea era para ayudarnos con las bebas pero nunca hizo falta, realmente nos acomodamos y adaptamos muy bien y ellas cooperan muchísimo. Mami nos ayuda con la casa y la comida! Somos nosotros 5 y formamos un excelente equipo. Todo fluye mejor de lo que pensé! La llegada de las bebas a nuestra vida con Thiago trajo bandera blanca para nuestra relación, todo mejoró! Desde que nacieron no volvimos a discutir, todo nos consultamos como padres y no tomamos una decisión sin hablarlo con el otro. Todo es de a dos y ahora más que nunca. Nuestro primer proyecto es la casa propia: estamos trabajando duro para poder concretarla, es un sueño también poder tenerla. Y también proyecto que Thiago me pida matrimonio”, concluye entre risas y feliz Daniela Celis.