Compartí esta nota
Nicole Neumann y el piloto Manu Urcera contrajeron matrimonio en una celebración que se convirtió en un auténtico fiestón visual gracias a la cuidadosa y encantadora decoración boho que se desplegó en la exclusiva estancia Monte Chico, ubicada en Exaltación de la Cruz.
La elección de Monte Chico para la celebración de este día tan especial añadió un toque de rusticidad y encanto natural al evento. Rodeados de la majestuosidad de la naturaleza, Nicole y Manu pronunciaron sus votos en un escenario que respiraba serenidad y elegancia campestre.
“Es la primera vez en la historia que el dueño alquila esta estancia. Se pusieron con una fortuna para poder hacer el casamiento en este lugar. Creo que va a ser el casamiento más caro del año”, comentó Laura Ubfal en referencia al lugar alquilado.
La decoración soñada y boho en la boda de Nicole Neumann y Manu Urcera
La decoración boho chic se convirtió en la protagonista de la boda, impregnando cada rincón con detalles cuidadosamente seleccionados. Desde arreglos florales silvestres hasta elementos vintage, la estética bohemia se fusionó con la elegancia, creando una atmósfera única y encantadora.
Un imponente arco floral fue el punto focal de la ceremonia, creando un marco idílico para los votos de la pareja. Combinando flores de la estación y follaje verde, el arco transmitió la frescura y autenticidad propias del estilo boho.
Las mesas del banquete fueron auténticas obras de arte bohemia. Manteles de lino, centros de mesa con flores en tonos suaves y detalles de cristal aportaron la dosis perfecta de elegancia y sencillez. La disposición informal de los asientos contribuyó a la atmósfera relajada y acogedora.
La presencia de las hijas de Nicole Neumann y Fabián Cubero, Indiana, Sienna y Allegra, añadió un toque de ternura y familiaridad a la celebración. Las pequeñas, vestidas con encanto, participaron activamente en la ceremonia, creando momentos entrañables.
En definitiva, la boda de Nicole Neumann y Manu Urcera no solo fue un testimonio de amor, sino también un festín visual que fusionó la elegancia con el encanto boho en la pintoresca estancia Monte Chico.
