Gran Hermano le cumplió el deseo a Romina de llevarle a sus tres hijas, Mía, Feli y Nina. La participante quedó entre los cuatro semifinalistas y tuvo un emotivo reencuentro con pequeñas.
En un eterno abrazo, Romina entró en un profundo llanto al ver a sus tres hijas luego de 5 meses de no verlas y no saber mucho de ellas.
El reencuentro más esperado y más cantado por todos en Gran Hermano, se dio esta noche entre Romina y sus tres hijas.
"¿Están comiendo bien, no le están dando cualquier pavada?", preguntaba constantemente Romina. Siempre mostró su necesidad de saber que sus tres hijas estaban durmiendo bien, comiendo de manera sana, nada de caramelos, bebidas gaseosas oscuras.
A pura emoción, Romina logró emocionar a un país entero con su emotivo reencuentro con sus hijas. "¡Ay, mi amor!" Decía Romina mientras abrazaba a las niñas. "Estoy muy contenta. ¡Están muy grandes!".
"No saben cómo las extraño. Salí corriendo porque las extrañe tanto, tanto. ¡Las amo mucho!", comentaba Romina.
Nina, la hija menor de Romina, no la reconoció
"¿Quién sos?" le decía varias veces Nina, la hija más pequeña de Romina. "¿Cómo que quién soy?", respondía Romina en medio de su amor de madre.
La jugadora tuvo un encuentro privado con sus hijas y aprovechó para presentarles a los perritos para que se entretuvieran un rato dentro de la casa de Gran Hermano.