La vida profesional de Phil Collins fue un verdadero éxito y su vida personal fue tan ajetreada como sus giras musicales. En plena batalla judicial con su tercera esposa, Orianne Cevey en la que se disputan una valiosa mansión, en la que ella vive ahora con su nuevo marido, la mujer dijo que su ex no se bañó por más de un año ni tampoco se lavaba los dientes, entre otras acusaciones que dejan muy mal parado al músico de 69 años.
Phil Collins conoció a Orianne cuando fue a dar un recital en Suiza. En ese momento el músico estaba casado con Jill Tavelman, su segunda esposa y con ésta tenía una hija. Pero el flechazo con la tailandesa Cevey fue fulminante y entonces el músico dejó a su mujer a través de una carta que le envió por fax en el que le decía que ya no la quería, a pesar de haber compartido juntos, 12 años de matrimonio.
Inmediatamente se fue a vivir con Orianne a la ciudad de Lausana, en Suiza y en 1999 formalizaron la unión. Fruto de ese amor nacieron dos hijos, Nicholas y Mattew, pero el matrimonio naufragó y se separaron.
La diferencia de edad en la pareja se notaba dado que él quería una vida más calma en tanto que ella, elegía salir y disfrutar de la noche. En 2006 se separaron y el músico desembolsó 27 millones de dólares por el divorcio. Ella por su parte rehizo su vida y se casó nuevamente con un constructor con el que tuvo un hijo, Andrea.
Pasaron más de 10 años y la ex pareja volvió a darse una oportunidad, aunque cercanos al entorno aseguran que a ella sólo le importaba la economía dado que con su marido, no tenía el bienestar que sí había conseguido con Phil Collins.
Lo cierto es que la pareja eligió una lujosa mansión para instalarse, frente al mar, y que está valuada en más de 30 millones de dólares.
Phil Collins, hace poco tiempo atrás se enteró que su mujer se había casado con otro hombre, en Las Vegas cuando él estaba de gira.
La mujer, ahora está instalada con su nuevo marido en otra de las mansiones que tenía el músico, en Miami, y no se quiere ir dado que según ella afirma, el músico le había prometido que le daba el 50% de la vivienda.
En plena batalla legal por hacer valer cada uno sus derechos, Cevey aprovecha para desprestigiar a Phil Collins y cuenta las intimidades más humillantes de quien es una leyenda del rock.