Jorge Lanata marcó un antes y después en el periodismo gráfico argentino al punto de que propuso una forma de organizar y ejercer la profesión realmente innovadora. Si bien tuvo una infinidad de cruces que son recordados, es alguien muy respetado y querido en el ambiente periodístico por su influencia.
En la jornada de este lunes por la tarde, luego de la convocatoria de los médicos a su entorno familiar, se conoció la lamentable noticia de su pérdida física, que significa un dolor irreparable para los más cercanos y los que admiraban su trayectoria sin conocerlo, debido a una falla multiorgánica y la pelea que dio durante meses en relación a su salud.
Cómo fueron los últimos meses de Jorge Lanata
El esposo de Elba Marcovecchio y padre de Bárbara y Lola Lanata, Jorge Lanata, luchó durante mucho tiempo para recuperarse y su familia confió y esperó por cada informe médico de los doctores del Hospital Italiano, el cual eran dados a conocer por la letrada o sus descendientes mediante los medios de comunicación o las redes sociales. Cabe mencionar que también fue traslado, en más de una ocasión, a la clínica de neurorrehabilitación llamada "Santa Catalina".
El 14 de junio del 2024 tenía que presentarse para hacerse un estudio que estaba programado y allí fue cuando comenzó el decaimiento de su estado de salud que incluyó empeoramientos, evoluciones e intervenciones quirúrgicas. El escritor estuvo alrededor de 199 días batallando hasta que los médicos le manifestaron a sus familiares que desde la parte médica no había más nada que hacer y que “estaba en manos de Dios”.
Al momento de realizarse una tomografía de pulmón, Jorge Lanata padeció una descompensación y un leve infarto, síntomas que hicieron que quedara internado en la terapia intensiva del Hospital Italiano. Hay que recordar que previamente había sido internado por una insuficiencia respiratoria en la Fundación Favaloro. En el Hospital Italiano, sin contar los traslados que se hicieron a Santa Catalina por sus recuperaciones, sufrió infecciones, operaciones y una trombosis venosa muy profunda en un miembro superior.
En estos más de seis meses, Jorge Lanata tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en cinco ocasiones: cuatro ocurrieron en solamente siete días. Hay que mencionar que siempre necesitó de respiración mecánica por la noche, aunque cabe resaltar que a lo largo del día respiraba de manera espontánea.
Como fiel reflejo de lo que fue en su vida, luchó y mostró mejoras que invitaban a que pueda ser trasladado para continuar con su recuperación. Tuvo periodos estables y desmejoras que hicieron que los médicos deban prestarle atención constante. Una muestra de esto fue el traslado el 9 de septiembre para volver el 18 del mencionado mes se vio obligado a volver al Hospital Italiano por un cuadro de neumonía: fue estabilizado debido a los antibióticos y diagnósticos que bien le realizaron los doctores.
El 24 de septiembre retornó a Santa Catalina, pero solamente por unos días. Aquí la intención era que recuperara la motricidad y aspectos de su salud general. Las complicaciones siempre se hicieron presentes durante estos meses: en un momento sufrió un dolor abdominal ya que tenía líquido en la cavidad peritoneal, algo que derivó en punción y lograr un drenaje. A mediados de noviembre, se le había aplicado un botón gástrico que le permitiera realizar un traslado.
De igual forma, hay que remontarse a octubre para hablar del peor momento de Jorge Lanata que, debido a una isquemia intestinal, tuvo que ser operado en cuatro ocasiones. Una de las últimas afecciones que había padecido era la de una trombosis venosa profunda en un brazo, la cual recibió un tratamiento con anticoagulantes para ser contrarrestada.
Como venía siendo habitual, Elba Marcovecchio y las hijas de Jorge Lanata se apoyaban en los partes médicos que el Hospital Italiano arrojaba. El último informe detallaba que se encontraba en un estado de vigilia, con fiebre, ventilación mecánica por la noche y respiración espontánea a lo largo del día.
Los médicos también precisaron que su estado hemodinámico estaba bien y no necesitó de drogas vasoactivas. En este sentido, lo pudieron someter a rehabilitación motriz y fonoaudióloga.
Tras haber batallado y haber mostrado algunas mejoras que generaron esperanzas en todos sus familiares, Jorge Lanata sufrió una falla multiorgánica que le produjo la muerte. Éste 30 de diciembre del 2024 será siempre recordado por la importancia y la influencia que tuvo en colegas, amigos y las personas que seguían todos los trabajos que realizó como escritor y periodista.
BL
