Beatriz Salomón reapareció luego de haber atravesado un fuerte tratamiento , tras un peligroso diagnóstico de cáncer de colon: la artista se sentó en la mesa de Mirtha, el sábado por la noche, y conmovió a todos al hablar de su salud y la relación de la familia con su enfermedad que lucha hace 10 años.
“Esta es mi primera salida artística, para venir a visitarte a vos. Me siento mejor, ha sido un año terrible porque es muy cruenta esta enfermedad”, le contó la Salomón a La Chiqui.
Beatriz contó además que está a punto de terminar con el tratamiento y ser dada de alta.“Por suerte me salieron bien los análisis de sangre, y esta semana me hacen la resonancia magnética para ver como estoy por dentro. Parece que después sigo con pastillas. Me han atendido muy bien en el Fernández y gracias a vos”, le dijo ante la atenta mirada Mirtha, madrina de la entidad.
El icono del teatro contó mientras cenaba el sábado por la noche que está recuperando el apetito, y que “hace una semana que como de todo, antes no comía nada. Bajé 10 kilos y perdí toda la masa muscular. También perdí mi melena, esta es una peluca”.
La emoción de Beatriz era evidente en cada una de sus confesiones, y el dique de lágrimas terminó de romperse cuando contó que “para sostenerme me agarre mucho de mis hijas, que son lo más importante, es la única manera de salir adelante”.
Entre las emoción y confesiones, la artista cerró: “Cuándo me lo dijeron (que estaba enferma) fue difícil, y ese mismo día tuve que decirle a mis hijas. Primero hablé con la más grande, que me dijo ‘hay mamá no me dejes sola’. Pero bueno, son cosas de la vida”, siguió Salomón. Y contó que por amor a sus hijas “con mi ex hubo un pequeño acercamiento, porque como me enfermé yo no podía cumplir con las rutinas que debía cumplir un padre. Tuvimos una charla y él se empezó a ocupar de las niñas, ahora es muy importante para ellas”.
