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A pesar de no ser un éxito de taquilla, un clásico del cine también puede convertirse en tal por el cariño del público. Uno, el argentino, que hace 35 años abrazó como fiel reflejo de la idiosincrasia nacional el lenguaje, historias y situaciones que a través de inolvidables diálogos, escenas e interpretaciones, fueron plasmados en “Esperando la Carroza”. Un film que la crítica destrozó, pero que con el correr del tiempo se convirtió en una película de culto.
La comedia y clásico del cine grotesco rioplatense fue dirigida por Alejandro Doria, mientras que un elenco de actores de lujo daba vida a sus coloridos personajes. Resulta imposible no recordar con una sonrisa tanto a Mamá Cora (Antonio Gasalla), como a sus hijos Antonio (Luis Brandoni), Jorge (Julio De Grazia), Sergio (Juan Manuel Tenuta) y Emilia (Lidia Catalano), además de a sus nueras, Elvira (China Zorrilla), Nora (Betiana Blum) y Susana (Mónica Villa).
La comedia, que está basada en la obra de teatro homónima del uruguayo Jacobo Langsner, se estrenó el 6 de mayo de 1985. En su reparto también estaban, en el rol de los nietos, Darío Grandinetti, como Cacho, y Andrea Tenuta como Matilde. Enrique Pinti y Cecilia Rosetto sumaron, además, todo su talento en la piel de otros parientes y vecinos.
Desopilantes y geniales, muchos de los diálogos del film se volvieron parte del imaginario popular. Ya sea con el famoso “¡Tres empanadas!” o el eterno “Yo hago puchero, ella hace puchero. Yo hago ravioles, ella hace ravioles”, “Esperando la Carroza” sigue tan vigente en la memoria de la gente como la carcajada que sigue despertando el film a 35 años de su estreno.
