La mimada de la familia, precisamente por ser la hija menor, hoy es una verdadera diosa…y amazona. Eve Jobs (21) se luce con brillo propio, más allá de que el aura de su padre, Steve Jobs, el fallecido creador de Apple, siempre la acompañará. Ella está entre los 643 atletas que conforman la delegación de Estados Unidos en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, y no es casualidad, ya que desde niña es una apasionada de los caballos.“Más allá del legado de su padre, ella tiene un gran talento, producto de su perseverancia y tesón de participar en varias competencias ecuestres. Se ha ganado un puesto por sus propios méritos”, dijo Ileana Stark, jefa del equipo de adiestramiento de la Federación Deportiva Nacional Ecuestre, sobre la joven que tiene cientos de miles de seguidores en Instagram, y que por su afición por la hípica conoció a su pareja, Eugenio Garza Pérez, estudiante mexicano de la Miami School of Business y bisnieto de Eugenio Garza Sada, ex presidente del grupo Visa.
Eve debuta en los Juegos el 6 de agosto, cuando comience la primera ronda de clasificación de Salto.“La principal razón por la que hago este deporte es porque me encantan mis caballos. Para mí es muy importante estar tanto en este deporte como dedicarme a mis estudios”, explicó quien es apodada “La Princesa de Apple”, estudia en la Universidad de Stanford, y es dueña de una fortuna familiar de 14.000 millones de dólares.
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