Santiago Maratea generó una fuerte repercusión después de que, mediante redes sociales, logró recaudar dos millones de pesos para comprar dos camionetas que fueron donadas a la comunidad wichi Misión Chaqueña, ubicada en la provincia de Jujuy.
El influencer viajó al Norte argentino para hacer efectiva la donación y relató mediante Instagram los sucesos de esta gran odisea. Apoyado por varios famosos, el joven de 28 años provocó una gran revolución en las diversas plataformas por la rapidez con la que lograron juntar el dinero.
Las camionetas, destinadas a convertirse en ambulancias, fueron donadas al referente de Misión Chaqueña, Omar Gutiérrez, y a la fundación Pata Pila, con quien Santiago comenzó el operativo. Sin embargo, al llegar a la comunidad el influencer fue increpado por un grupo de 20 personas, quienes le pidieron explicaciones de por qué los vehículos fueron destinados a esa comunidad en especial.
Según explicó Maratea en redes sociales, el problema empezó porque, el mismo día en que hizo efectiva la donación, se estaban celebrando las elecciones de la Comisión de Misión Chaqueña. “Llegó la nueva comisión de Misión Chaqueña y me pidieron que les diga qué iba a hacer con las camionetas, cuál era el plan”, dijo y agregó: “Cada dos años hay elecciones para cambiar la Comisión. ¿Pueden creer que yo llegué el día de las elecciones? ¿Se puede ser tan inoportuno, Santiago?”.
“Querían que explique a la comunidad por qué una camioneta va para Omar y otra para la fundación Pata Pila. Se empezó a juntar bastante gente y a pesar de todo pudimos hablar”, explicó luego sobre el motivo del enojo de la Comunidad.
Al parecer, la conversación no se dio en buenos términos y Santiago Maratea debió salir de la localidad, escoltado por la policía. Al final, el conflicto terminó cuando, por asesoramiento de un contador, se decidió que ambas camionetas sean donadas a Gutiérrez, para lo cual, el hombre deberá actualizar su condición tributaria y dejar de ser monotributista para convertirse en responsable inscripto.
El actor también relató que, antes de este suceso, la comunidad originaria del pueblo de Hickman fueron quienes le manifestaron una serie de reclamos sobre la falta de un de pozo de agua y una ambulancia. Ante estos planteos Maratea reflexionó sobre la situación y dijo: “Esta gente pretende que yo los pueda ayudar, pero no puedo tanto como creen. Estuvimos hablando, me mostraron los documentos y se fueron. Quedamos en contacto igual”.