Adriana Esteves sufrió de depresión y ataques de pánico tras interpretar un papel tan malvado y desafiante como el que le tocó en Avenida Brasil. A pesar de haber sido todo un éxito, la artista brasilera confesó que la pasó muy mal cuando terminó con las grabaciones de la ficción, por lo que tuvo que tomar una importante decisión respecto a la actuación.
“¿Que si sufrí? Sufrí mucho, porque sentí que comenzaba a extrañarla. En ese momento me hizo falta su garra, tal vez su fuerza para encararlo todo, porque yo soy una persona menos dura y hasta tímida", expresó la actriz de 50 años en diálogo con el diario El Universal.
Luego, Esteves continuó: "Tal vez mi marido tenía razón cuando me decía que pasé tiempo llorando y sangrando por Carminha. Mi trayectoria es larga, así que ya me había tocado interpretar algunos personajes difíciles. Pero Carminha fue un verdadero desafío".
"Me atrevería a decir que el mayor, por una razón: el público me conoce desde hace tiempo por los roles de buena, así que era un reto probar que podía hacer a una villana, a alguien que todos pudieran odiar", dijo la intérprete de "Carminha" y confesó que después del final de la ficción decidió dedicarse a su familia.
Así es, Adriana reveló que la afectó tanto que determinó no volver a pisar los estudios de grabación por un año. "Y como en el primer capítulo demostré que Carmen Lucía es un demonio, creo que el público se asustó rápido y me agarró miedo. Después de Avenida Brasil terminé en terapia”, dijo en aquel entonces a la revista Semanario.
Es que la malvada de la telenovela que fue furor a nivel internacional desde su estreno y lo sigue siendo en Argentina no acostumbraba a esos tipos de protagónicos y llevarlo a cabo fue todo un reto. Al punto que una vez finalizada la misma, todo terminó en un cuadro complicado para su salud mental.