William Henry Gates II, el padre , Bill Gates, ha muerto. Tenía 94 años. Apaciblemente, el hombre falleció el lunes en su casa, en la costa del estado de Washington, a consecuencia del mal de Alzheimer, anunciaron sus allegados, el martes.
Según la familia, lo recordarán cómo un hombre con mucha empatía con la humanidad: “Un profundo compromiso con la equidad social y económica", e hizo notar que él estuvo a cargo de las primeras gestiones de la Fundación Bill & Melinda Gates para mejorar la salud de la población global y también ejerció activismo por una tributación progresiva.
William Gates II nació el 30 de noviembre de 1925 en Bremerton, Washington. Su padre era dueño de una tienda de muebles. Como muchos jóvenes en aquellas épocas, se convirtió en un entusiasta Boy Scout. Sus estudios en la Universidad de Washington se vieron interrumpidos cuando tuvo que brindar servicio al ejército de los Estados Unidos, durante las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial, siendo enviado a Japón. Al finalizar la guerra, retomó sus estudios de abogado y logró obtener el titulo en 1950.
“La sabiduría de mi papá, su generosidad, empatía y humildad tuvieron una enorme influencia en gente de todo el mundo", escribió su hijo Bill Gates en un sentido homenaje en sus redes sociales y en su Blog.
La vida de William H. cambió cuando su esposa, Mary Gates, muriera de cáncer en 1994. A partir de entonces se ofreció para ayudar al fundador de Microsoft a trabajar con las solicitudes de donaciones que se hacían cada vez más frecuentes. En lo que fue de su trabajo en la fundación "Gates" el hombre donó más de 53 millones de dólares en diferentes acciones sociales.
“Extrañaré a mi padre cada día”, escribió Gates en su blog en una carta despedida, conmovedora. “Lo extrañaremos más de lo que podemos expresar en este momento. Sentimos dolor pero también gratitud. El fallecimiento de mi padre no fue inesperado, tenía 94 años y su salud había empeorado, por lo que todos hemos tenido mucho tiempo para reflexionar sobre la suerte que tenemos de haber tenido a este hombre increíble en nuestras vidas durante tantos años. Y no estamos solos en estos sentimientos. La sabiduría, la generosidad, la empatía y la humildad de mi padre, tuvieron una gran influencia en las personas de todo el mundo".
La crianza del pequeño Gates no fue sencilla, de acuerdo a una crónica hecha por The Wall Street Journal. Cuando tenía apenas 12 años comenzó a desafiar a sus padres sobre temas tan mundanos como corrientes: El orden de sus cosas o los compromisos familiares. El periódico neoyorquino recordó que, en una discusión durante una cena entre Bill y su madre, su padre se enojó tanto que le tiró un vaso de agua a la cara. “Gracias por la ducha”, fue la desafiante respuesta de Bill Gates, quien hoy lo recordará en cada paso.