¡Oops!, Ivanka Trump lo hizo otra vez. En su rol como asesora política del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, la joven heredera del magnate asistió a la cumbre del G20 en Osaka, Japón, y dio que hablar con su particular look "a prueba de agua". Es que la trend setter eligió un singular vestido en color canela, que emulaba un trenchcoat.
El diseño en cuestión, de largo midi y mangas tres cuartos, tiene todos los índices pertinentes del clásico "abrigo para la lluvia". No le faltan las solapas, ni la abotonadura frontal con botones como "statement". El detalle que destacó a la pieza de un simple "piloto", fue que en la parte inferior, la falda dispone de pliegues de estilo "peplum".
Ivanka resaltó su figura sumando un gran cinturón blanco a la cintura, que funcionó como total acierto. La joven Trump complementó el look con un par de stilettos blancos, con detalles en marrón y negro en la puntera. Además, la hija del presidente de los Estados Unidos llevó un gran bolso blanco con costuras negras. En cuanto al "beauty look", usó el pelo suelto, con un estilo "relajado" y algo despedido. Además, eligió un par de grandes lentes de sol al tono.
Feliz con su participación en el G-20, Ivanka se sentó en medio de los gobernantes del mundo y fue el centro de atención. Esta vez con un vestido floreado, blanco y negro, de silueta tipo A. Muy sonriente, posó para las cámaras con el modelo, que acompañó con un gran cinturón negro. De todas formas, quizás sea su gran sonrisa la que haga olvidar a los representantes mundiales la gran crítica que le dio su padre al anfitrión japonés, Shinzo Abe, a quién "cuestionó" por su debilidad militar.