La tendencia del total white invadió el primer encuentro entre Donald Trump y la reina Isabel II. Pero quienes se llevaron todas las miradas fueron la mujer del mandatario americano, Melania Trump y Camila Parker Bowles, la esposa de Carlos de Gales, quien participó de la reunión cumbre.
Si el blanco es el color del momento, Melania dejó muy en claro que puede apropiárselo de la mejor manera. En su llegada a Londres, se vio con un vestido blanco al cuerpo debajo de la rodilla. La ex modelo acompañó la prenda con detalles en azul noche que terminaron por cerrar a la perfección su outfit: el cuello de camisa, el cinturón ceñido a la cintura y un enorme lazo en su sombrero del tipo canotier con ala media. Por otro lado, lució stilettos en tono negro.
Camila Parker Bowles, por su parte, le dio batalla a la esposa de Trump con su propio look, más clásico. La mujer de Carlos de Gales eligió un vestido con mangas tres cuarto hasta la rodilla con detalle de volados. Complementó con sombrero al tono y apliques en forma de gran lazo, que realzaron el item. Para los zapatos, los guantes y la minicartera, la duquesa de Cornuales eligió el nude.
Asímismo, quien robó suspiros con su propuesta total white fue Ivanka Trump, hija de Donald, que también fue parte de la gira. La joven se sumó a la tendencia elegida por su madrastra y la nuera de la reina de Inglaterra, pero con un costado más edgy. La empresaria llevó un traje con falda plisada a la rodilla y chaqueta con cinturón al tono y efecto de volado.
Este duelo de estilo tuvo sin lugar a dudas, una sola ganadora: Melania, quien con su look que remitió a Audrey Hepburn en 'My Fair Lady', y captó la aceptación de los expertos. Los críticos aseguran que su hijastra le sigue los pasos muy de cerca y apuestan a que pronto la podrá superar. ¿Lo logrará?