Gran notoriedad cobraron los fuertes dichos de Donald Trump contra Meghan Markle en su visita al Reino Unido. El mandatario estadounidense visitó a la familia real en el Palacio de Buckingham y fue recibido cordialmente por todos los integrantes, con la reina Isabel II a la cabeza. Aunque el príncipe Harry evitó cruzárselo en todo momento, ya que está furioso con el magnate newyorkino, quien tildó a su mujer de "desagradable".
Sin embargo, quien habría decidido poner paños fríos en el asunto -con un singular detalle- es Melania Trump. La Primera Dama lució un vestido en tono rojo con capa de Givenchy, casualmente la firma fetiche de Meghan Markle. Desde la prensa especializada especulan que ésta podría ser la forma de la ex modelo de ‘congraciarse’ con la norteamericana devenida en duquesa.
Lo cierto es que,después de que la frase de Donald Trump recorriera el mundo, el marido de Markle evitó cruzarse con él en el banquete que ofreció la Reina Isabel II en Buckingham junto con su hijo, el príncipe Carlos, para darle la bienvenida al presidente estadounidense. De acuerdo con el Daily Mail, Harry no habló con Trump durante el evento real, y se mantuvo en todo momento junto a Ivanka, la hija y asesora del mandatario, que viajó con su marido, Jared Kushner.