El accidente automovilístico que acabó con la vida de la princesa Diana en 1997, ha sido objeto de decenas de teorías conspirativas desde que ocurrió. Como consecuencia en 2005, la policía británica abrió una investigación, conocida bajo el nombre de Operación Paget, para indagar sobre las causas del sonado accidente en el que pereció la madre de los príncipes Guillermo y Harry, junto a Dodi Al-Fayed. Las investigaciones terminaron en un interrogatorio con el príncipe Carlos, tras el descubrimiento de una nota de la princesa escrita en 1995.
“Mi marido planea un accidente con mi coche, causado por un fallo en los frenos, que me deje con una lesión muy grave en la cabeza” escribió la princesa Diana sobre lo que pensaba que planeaba su entonces marido, para poder casarse con la niñera de sus hijos. Tiggy Legge-Bourke fue la misma mujer que el periodista de la BBC, Martin Bashir, utilizó para convencer a la princesa Diana de dar una entrevista en televisión. Le mostró unos extractos bancarios falsos sobre el supuesto aborto al que se había sometido la mujer, tras quedar embarazada del príncipe Carlos.
John Stevens, es el ex director de la Policía Metropolitana de Londres, quien llevó el caso, y le ha contado al medio britanico Daily Mail, que por aquel entonces, no sabían nada sobre las mañas prácticas de Bashir. “Si hubiera habido una acusación sobre la ofensa criminal de Bashir contra la princesa, lo habríamos investigado. Dios mío, claro que lo habríamos hecho. Pero esa información acaba de conocerse, lo que es bastante desafortunado” dijo. Además, dio explicaciones sobre lo sucedido en el interrogatorio secreto con el príncipe Carlos.
En el palacio de Kensington, la princesa había dejado una nota a su mayordomo Paul Burrel en 1995. El empleado fue quien hizo público esto hasta ocho años después de encontrarla. Cuando la policía supo de la existencia de esta nota, sumado a las acusaciones de la familia de Dodi sobre un posible asesinato, decidió abrir una investigación. “Aunque había acusaciones contra el príncipe de Gales y otros miembros, teníamos que encontrar o examinar las pruebas antes de interrogarles formalmente” aseguró. Actualmente, el policía continúa explicando que lo único que tenían contra Carlos era la nota de Diana, que se publicó en 2003 y que en sí misma no era suficiente para considerar que el príncipe Carlos fuera sospechoso. En el caso de que Carlos quisiera colaborar con la policía, lo haría de forma voluntaria, y no como un acusado. Y así sucedió.
El interrogatorio voluntario, tuvo lugar en el palacio de St. James el 5 de diciembre de 2005, cuando habían pasado dos años desde que se publicó la nota. En ese entonces, Carlos negó conocer los detalles o las razones por las que Diana escribió la carta. Aunque “al final del día se mostró increíblemente cooperativo porque no tenía nada que ocultar” aseguró Stevens al diario británico. Solo supieron de ella el secretario privado de Carlos, Michael Peat, Stevens y su investigador principal, Dave Douglas.
Al finalizar la conversación, Carlos firmó una declaración (oculta en los Archivos Nacionales de Kew hasta el año 2038). El príncipe Felipe de Edimburgo, se negó a colaborar con un simple “no gracias”, después de ser preguntado si quería comentar algo sobre las acusaciones de la familia de Dodi contra él, como principal sospechoso.
FF