Editora Ejecutiva del Área de Entretenimiento. Se ha especializado en moda y lifestyle. Ha trabajado en la revista CARAS y actualmente es parte de Marie Claire. Ha sido profesora de Espectáculos en el Máster de periodismo que imparte Editorial Perfil y tiene formación de posgrado en moda y lujo en la Universidad Autònoma de Barcelona. Mail: [email protected]
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Luego de anunciar su renuncia a la corona británica, Meghan Markle y Harry tomaron rumbos diferentes. La ex actriz regresó a Canadá para reencontrarse con su heredero, Archie, mientras que el hijo de Lady Di permaneció en Londres para "apagar el incendio". Es que como era de esperarse, los enojos en su familia fueron grandes y prefirió esperar un tiempo prudencial para finalmente volar al país del norte y quedarse allí junto a su esposa e hijo por tiempo indeterminado. Recordemos que de todas formas la pareja se comprometió a "forjar un nuevo papel progresivo dentro de esta institución",es decir, seguirán ligados a la familia real de alguna forma que aún no resolvieron.
Por su parte, Archie, de 8 meses, permaneció en Canadá mientras la pareja voló a Londres, donde hicieron su primera aparición del año nuevo en Canada House el pasado martes para agradecer al país por haberlos acogido durante su escapada de vacaciones. Con el diario del lunes, se puede intuir que esta visita fue la antesala del anuncio que darían horas más tarde.
Se especula con que Archie se quedó con la amiga íntima de Meghan, Jessica Mulroney. Poco después de que la pareja hiciera su sorprendente anuncio el miércoles, Jessica expresó su apoyo a través de una publicación de Instagram tras citar a la cineasta estadounidense, Gina Carey: "A una mujer fuerte se le presenta un desafío ante sus ojos y ella le hace un guiño".
Previo a anunciar la sorpresiva decisión de abandonar sus privilegios y obligaciones como príncipe, Harry "se acercó" a su padre, el príncipe Carlos para que lo ayudara a elaborar un plan exhaustivo de "transición" a su vida como plebeyo. Asimismo, desde Buckingham le hicieron una propuesta a principios de enero, aunque le dijeron que necesitaban tiempo para resolver detalles, como la financiación, entre otros.
Una vez que regresó de Canadá, Harry pidió reunirse con la Reina, quien si bien aceptó el encuentro, hizo foco en que "los planes para su nuevo papel en la corona deberían ser manejados por el Príncipe Carlos". La cumbre entre Harry y su abuela fue bloqueada por los cortesanos, pero el monarca sostuvo que Harry y Meghan no deberían hacer ningún anuncio sobre sus planes futuros.
Apenas unas horas después de que Harry y Meghan compartieron su plan, la reina Isabel reaccionó diciendo que la conversación aún está en etapas "tempranas". "Hay mucho dolor sobre esto", dijo una fuente real a la revista PEOPLE, en relación a que Isabel no está del todo feliz con lo acontecido.
