El actor estadounidense Ben Affleck fue noticia días atrás pero no por sus películas, sino por un susto: se golpeó fuerte la cabeza contra el pavimento luego de haber perdido el control de su moto. Si bien llevaba casco, los médicos se mostraron preocupados por las posibles consecuencias a futuro, ya que el protagonista de Argo se negó a hacerse estudios.
El doctor Jorge Neira, médico intensivista y presidente de la Fundación Trauma, explicó a Caras Salud que el traumatismo de cráneo se divide en tres tipos. En primer lugar están los traumatismos cerrados, que son los que se presentan sin heridas cortantes; en segundo, los penetrantes, como por ejemplo los generados por heridas de bala u objetos cortopunzantes y por último los mixtos, que pueden darse tras un choque, cuando se producen también heridas por los vidrios u otros elementos.
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Según especificó el doctor Neira, “el 80% de los traumatismos de cráneo son leves, el 10% son moderados y el 10% son graves”, a la par que detalló que hay signos para sospechar de que el golpe pudo haber sido más importante. Ellos son “perder de manera transitoria la conciencia en el momento del traumatismo y la amnesia del episodio”.
La gravedad dependerá de, si al momento de la colisión, el afectado llevaba casco o no. Y también marca la diferencia si el casco presenta una malformación tras el golpe.
Además “depende de las características del choque, que puede ser contra un objeto, otra persona u otro vehículo, y si dos vehículos se enfrentan a la misma velocidad el impacto, será mayor de que si uno solo choca contra algo o alguien quieto”.
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Neira indicó que a la hora evaluar al paciente tras una colisión en moto existen criterios sobre el tiempo de duración de la pérdida de la conciencia y la amnesia transitorias para saber si indicar una tomografía computada además de los exámenes generales, que incluyen una revisión, pruebas de laboratorio y una ecografía abdominal para saber si hay lesiones en esa área.
¿Pero cuáles son los problemas que un traumatismo de cráneo puede acarrear en el largo plazo? Neira ejemplificó que algunos comienzan siendo leves y evolucionan a grados de mayor gravedad. Así son por ejemplo las contusiones cerebrales en el lóbulo frontal, que pueden crecer y necesitar de una cirugía. Lo que sí se sabe es cuanto más severa es la lesión, más riesgo tiene el paciente de fallecer o de presentar secuelas neurológicas severas.
“Lo más importante es la prevención, por lo que si se anda sobre ruedas, aunque sea una bicicleta, hay que usar casco. Para que el trauma, como cualquier otra enfermedad, se erradique, la prevención debe darse todo el tiempo y en toda la gente, en este caso usar el casco o el cinturón den seguridad en los automóviles, aún para las distancias cortas”, concluyó.