lunes 23 de diciembre del 2024
ACTUALIDAD 02-08-2016 13:27

Jorgelina Aruzzi: "Me divierte jugar a ser una bomba sexy"

La actriz de "Educando a Nina" confiesa cómo transita su separación. Galería de fotosGalería de fotos

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Acepta el juego de definirse a sí misma y no tarda en elegir las palabras más adecuadas. "Me gusta divertirme cuando trabajo y conservo lo pequeño: mi hija, mi casa... El no creerme mucho el éxito me conserva sana", dice Jorgelina Aruzzi y los matices de los 18 años que suman su trayectoria como actriz parecen darle la razón. Su carrera tuvo "hitos importantes" como cuando alcanzó la popularidad con su protagónico en "Chiquititas" y se robó el corazón del público con la entrañable interpretación de una médica pediatra con discapacidad neurológica que enamoraba a Guillermo Francella en "El Hombre de tu Vida", pero ella prefiere no marearse con ese vendaval llamado fama.

Y hoy, en un registro opuesto a aquel papel dramático que de la mano de Juan José Campanella le valió un Martín Fierro, Jorgelina disfruta del suceso de "Educando a Nina", la comedia del prime-time de Telefe que cada noche se roba el rating. En la piel de una sensual cordobesa, la actriz  habla de la química del grupo, de cuánto se asemeja o no a "Susy", su personaje, y de cómo afronta esta nueva etapa de su vida que no sólo la encuentra de regreso a la senda de la soltería, después de 18 años, sino también transitando esa instancia que para muchas mujeres supone todo un reto: vivir y asimilar los 40´s.

"Me divierte jugar a ser una bomba sexy y me parece muy relajante serlo de una forma graciosa. Creo que junto con el personaje de Griselda (Siciliani) reivindicamos a la mujer gozosa del disfrute de su cuerpo y de los hombres. Ellas van para adelante y no hay prejuicio. Son heroínas pero no dejan de disfrutar", remarca la actriz, quien realizó una sensual producción de fotos en "La Bibliothéque" del Sofitel Buenos Aires Arroyo, el lujoso hotel que refleja el "art de vivre français" ubicado sobre la elegante calle Arroyo, sumado al talento del diseñador aclamado internacionalmente, Pierre-Yves Rochon y la tradición cultural compartida con París.

Recientemente separada de Pablo, el productor y director de documentales con quien tuvo a su hija Ambar, Jorgelina dice que ser madre fue otro de los puntos de inflexión en su vida. "Ese fue como el quiebre para mí. Resultó una experiencia de mucho aprendizaje y crecimiento. Las cosas que te suceden en la vida también te hacen crecer como actriz", afirma Aruzzi, quien ha escrito y protagonizado (también se encarga del vestuario y la escenografía) obras que ella misma dirige, como "La Madre Impalpable" o "Carmen en la Cruz", que reestrenará el 1° de septiembre en Timbre 4. "Me gusta transgredir desde el teatro y nunca abandono la autogestión", asegura sobre los unipersonales humorísticos en los que cautiva y cuestiona tópicos como la maternidad y los mecanismos de consumo.

—¿Cuán cerca está del perfil matador de "Susana Ximena", su personaje en "Educando a Nina"?

—¡Nada que ver! (risas). Y creo que por eso me gusta tanto hacerlo; porque si bien disfruto de mi cuerpo y me divierte el tema, no lo exploto mucho.

—¿Y cuáles serían sus armas de seducción?

—Tal vez la simpatía, la onda. Una buena sonrisa y garra no puede fallar...

—¿Pero iría al frente si le gustara alguien?

— O sea, no voy a tirarme a la pileta si no hay agua, voy tanteando (risas)... A mí el hombre que me gusta es el que me hace reír y el que se divierte conmigo.

—¿Pero con su cuerpo es tan libre como "Susy"?

—Creo que el personaje me ampara y me visto sexy para interpretarlo. En general, con mi cuerpo siempre tuve una relación de actriz que se entrega. Sin embargo, con el tiempo esa relación fue cambiando y creo que con los años me fui poniendo mejor físicamente, porque entrené  y acepté mi belleza particular, que no es la misma que la de otra mujer. También uno se va conociendo más y va viendo cómo seduce. Me copé trabajando el físico. Tengo un entrenador personal, Ramiro, profesor de educación física, y hago complementos pero pensando mucho en cuidar la columna y en entrenar el ritmo cardíaco, algo que también me sirve para mis obras. Disfruto de haber llegado bien a los 40. Hace dos años comencé con el entrenamiento y siento que me cambió para bien el cuerpo. Más que cualquier otro tratamiento, a mí lo que me dio resultado es el ejercicio físico. Estar espléndida lleva un poco más de trabajo. No hay recetas mágicas, hay que entrenar. Esa es mi fuente de juventud. Después no hago ninguna dieta.

—¿La angustiaba la llegada de los 40?

—Me afectaba más la previa. Y a los 40 uno se da cuenta que es el mejor momento porque después es todo para abajo... Me gustaría encarar mi vejez desde lo natural. Acepto la edad que tengo y la disfruto, porque me siento divina y creo que hoy una mujer de 40 está espléndida. Hay que aceptar la imperfección porque es hermosa. Hay una corriente de actores imperfectos en la que entro, que no son sólo caras divinas. Creo que se está abriendo un poco la cultura y ahora se valora mucho más la actuación que lo estético.

—¿Cómo esta transitando su separación?

—Estoy muy bien. Estuve 18 años con el papá de mi hija, que es divino y nos llevamos re-bien. Decidimos de común acuerdo, después de un tiempo de pelearla, que ya estaba y ahora estoy volviendo a encontrarme con la Jorgelina que dejé hace 18 años. Estoy bien porque él es un copado y ya es como parte de mi familia. Creo que se puede ser amigo de un ex. Hago análisis hace dos años y soy una persona que piensa mucho las decisiones pero un día las toma. Y un poco los cuarenta tienen que ver con eso: ya está, tomo esta decisión, ¿Qué me va a pasar?

—¿Y cómo fue volver al mercado del amor?

—Lo más difícil es el tiempo libre. Cuando decís: ¡Uy! No programé nada, me agarró el viernes a la noche comiendo fideos... ¡No sé si quería ésto! (risas) Pero tengo paciencia y me la banco, por más  que me provoque ansiedad. Es un proceso. Y salir de noche trabajando tanto, cuesta. Todavía no pisé ningún boliche. (risas) Ahora se usan tantos métodos de seducción que yo no sé manejar, ¡como Tinder que ¡ni loca! Hay tips de la seducción en las que estoy afuera. Pero las cosas aparecen…

Por Kary López.

Producción: Fernanda Vaudagna.

Fotos: Federico De Bartolo.

Agradecimientos: Sofitel Buenos Aires Arroyo. Make up: Tati Coronel para Troanes-Coronel. Peinó: Mar Troanes para Troanes-Coronel. María Gorof, Buduar, Carmen Steffens, 2 Due Per Nicchi, Bendita Conjura, Tamara Cordon and God, Mora.

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