La reina de los Países Bajos, Máxima Zorreguieta, voló a Buenos Aires para acompañar a su padre, Jorge Zorreguieta, en este difícil momento. Fuera de protocolo asistió a la clínica Fundaleu, donde se encuentra su papá de 89 años en estado delicado.
Según trascendió, llegó al país en un vuelo de línea el sábado por la madrugada, escoltada por seguridad real. En sus pocas horas por suelo argentino, dedicó su tiempo solamente a cuestiones personales y relacionadas con su familia.
Una vez aquí, Máxima estuvo rodeada de sus hermanos. Sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane, no la acompañaron en este viaje. Su marido tampoco, ya que tuvo que permanecer en Holanda para cumplir con su apretada agenda y obligaciones de la realeza.
No es la primera vez que Máxima viaja de imprevisto a Buenos Aires ya que desde hace varios años, Jorge Zorreguieta, está en tratamiento a causa del cuadro de leucemia que padece. Según pudo saber este medio, en los últimos días su situación habría empeorado, motivo por el cual su hija no quiso perderse la oportunidad de estar con él por unas horas.
Por el momento no trascendió cuál es la exacta situación de salud del exSecretario de Agricultura y Ganadería durante la última dictadura militar, si bien trascendió que se encuentra grave y que sufrió un rápido desmejoramiento en el último tiempo. Hecho más que suficiente para que la Reina Máxima viajara al país.