Sin lugar a dudas, la boda de Dalma Maradona es el acontecimiento más importante en lo que va del año. Si bien la flamante novia intentó mantener todos los detalles de este día en secreto, CARAS pudo acceder en exclusiva al diseño que lució en la celebración.
Tras dar el sí junto a Andrés Calderelli la gran fiesta tomó lugar en “La Herencia”, el exclusivo salón de Pilar donde Lola Latorre realizó sus 15, el 31 de marzo pasado. La diseñadora Ivana Picallo fue la encargada de materializar el segundo diseño que la hija de Diego Armando Maradona lució en el evento. Además, la artista fue quien ideó el outfit de Claudia Villafañe.
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La novia, asesorada por el estilista Bernie Catoira, en primera instancia eligió un vestido comprado en Nueva York, de la diseñadora israelí Berta. Casualmente se trata de la misma firma en la que Wanda Nara confió para dar el sí con Mauro Icardi.
El imponente vestido tenía la falda en diferentes texturas en tono “off white” y los breteles íntegros de cristales. Zapatos al tono de Guiseppe Zanotti. Complementó con pelo suelto con ondas y una trenza que nacia en los laterales y terminaba en una sola trenza con orquideas para despejar el rostro.
Desde su cuenta de Instagram, Dalma expresó toda su felicidad y compartió con sus seguidores la primera imagen junto a su esposo. “Solo pido que siempre nos miremos así! Noche mágica!”, dijo.
Para el segundo cambio, Picallo diseñó una prenda con la que Dalma brilló: se trata de una pieza en encaje chantilly con aires hippie chic. En tres capas de encaje, con superposición de géneros a la altura de la falda y más relajado a la altura del busto.
En cuanto al look de Villafañe, la diseñadora en diálogo con CARAS, había adelantado: “El diseño en el que estoy trabajando es la imagen de lo que me gusta que la gente vea en ella: algo neto, simple y elegante”, dijo. Según Picallo, el vestido de Villafañe guardaría una línea muy similar al que lució en el mega festejo de 15 de Dalma en La Bombonera. Y así fue: la prenda se realizó en una gasa de seda natural en tono gris plomo, drapeado en la parte del busto con el genero que bajaba hasta la falda en una pieza entera. Tenía una faja en cristal Swarovski bordado a mano y dos mangas tipo capa, desmontables para la ceremonia. En la fiesta, la flamante madrina quedó con el vestido bien simple y neto.