Diego Maradona y Rocío Oliva fueron los espectadores de lujo del duelo de Argentina contra Francia.
Esta fue la primera aparición del Diez, tras los polémicos audios de su "falsa muerte" y las versiones sobre su salud. Mucho más tranquilo, la participación del ex futbolista no pasó desapercibida pero se mostró con un perfil mucho más bajo.
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Rocío viajó el viernes al mediodía a reencontrarse con su amor, después de una corta estadía en Buenos Aires en la que acompañó a su familia.
"Con Diego estamos bien, siempre estuvimos bien, hay cosas como todas las parejas, pero estamos bien. Él está allá (en Rusia), trabajando y yendo a ver los partidos. Y yo vine a Buenos Aires por una cuestión familiar. Y se me juntaron muchas cosas", confesó la blonda en Intrusos.
La blonda abrió su corazón y contó detalles de una íntima interna familiar. "Yo vengo todos los 15 de junio porque es el aniversario (de la muerte) de mi papá y todos los años, religiosamente, le hago una misa. Yo puedo estar en el mejor lugar del mundo, pero todos los 15 de junio estoy acá porque me corresponde como hija y porque es lo que siento. Después se enfermó mi abuela. Y ella es bastante importante para mí", confesó.
Luego, habló de la salud del futbolista y aclaró: Él tiene presión alta. Una persona hipertensa con diferentes emociones, le puede pasar", sostuvo. Es mucha emoción. Todo se mezcla. Todos tienen un punto diferente de cómo ver las cosas en ese momento. Yo, que lo conozco, sé que estaba súper feliz y disfrutando. Hay que dejarlo. Cada uno disfruta a su manera, como le gusta".