Fue ícono de la belleza y la moda en la década del ‘90, años en los que brilló como actriz y hasta fue dos veces tapa de la revista “Playboy”, Karen Reichardt (42) construyó su carrera con su propia voluntad. Asegura que quizás en algún momento pudo “creérsela” pero que siempre todo lo realizó desde la humildad.
Creció con dos grandes pasiones: el amor por los perros y por el fútbol y con ellos logró convertir en realidad sus sueños. Hace unos años atrás creó la firma “Amores Perros”, una boutique canina que ya es una marca líder e innovadora en el universo de los canes y además estuvo siete años al aire con el ciclo “Fanáticas”, el primer programa de fútbol íntegramente conformado por mujeres. “Yo crecí con mi corazón dividido en dos. Siempre amé a los perros y al fútbol. Me imagine toda la vida rodeada de perros, aunque después fui creciendo y mi objetivo principal fue formar la familia que tengo”, dice Karen, madre de Martina (15) y Juan Marcos (12).
Separada desde hace tres años del padre de sus hijos, Gustavo, con quien estuvo casada una década, hoy Karen dice que los 40 años le sientan mejor que los 20, y que es el momento perfecto para empezar a vivir su vida. “Los 40 es la edad perfecta para la mujer. A partir de esa edad una empieza a disfrutar más intensamente. Y yo siento que la empecé a vivir de otra manera”, dice ella quien hoy además conduce el programa “Amores Perros” por América TV, los domingos a los 11 AM.
—¿Por qué los 40 años son la edad perfecta?
—Si una llegó a los 40 y cumplió todos sus objetivos, tiene todo para disfrutar. Es la mejor edad. Pero sólo de la mujer hablo, porque los hombres a los 40 tienen una crisis muy fuerte. Generalmente la mujer llega plena y bien asentada a las cuatro décadas. Por lo general ya realizó gran parte de todo lo que se propuso y sólo le queda lo más lindo: vivir la vida y disfrutarla. Es más, yo me siento mejor a los 40 que a los 20.
—¿Y cómo hace para mantener la figura que tenía cuando era una joven?
—La verdad es que me cuido con la alimentación y hago ejercicios. Nunca, ni de chica, comí frituras o comidas pesadas, siempre elegí los menúes livianos y sanos. Me entreno tres veces por semana y hago tratamientos que me ayudan a modelarme.
—¿Cambió algo en su vida desde que se separó? Ya pasaron casi tres años y se la ve más vital y feliz.
—Fueron momentos duros, de mucha angustia, pero yo no lo veo tan dramático ni pienso que haya cambiado tanto. Cuando estuve triste también estuve plena. Quizás lo que cambió son las formas que tengo de llevar las tristezas. Antes todos los dramas pasaban por el mismo lugar, en el mismo momento, ahora me siento más madura y sé como llevarlos y distribuirlos, para que cuando las cosas no andan bien, no se ponga todo patas para arriba.
—Icono de la belleza, empresaria y conductora exitosa, ¿Con qué sueña...?
—Tengo algunas propuestas para volver con el fútbol a la televisión pero no las quiero adelantar para que no se quemen. Me encantaría tener un programa de tres horas, que abarque todos los temas que vivimos como sociedad. No sé si un noticiero pero algo parecido, donde se pueda hablar de todo.
—Usted dice que se siente más plena a los 40 que a los 20... ¿A qué se lo atribuye?
—A que envejecer es obligatorio pero crecer es optativo y yo elegí crecer. El cerebro me acompañó y siento que evolucioné. Si la cabeza no acompaña el crecimiento no es posible. Hoy siento que crecí en todo sentido. Como mujer, como madre y laboralmente. Ahora estoy tranquila, disfruto mucho más de lo que hago, y disfruto a pleno de mis pasiones y de mis hijos.