sábado 14 de diciembre del 2024
ACTUALIDAD 13-10-2015 10:20

Estevanez y Saccani presentan a su bebe

“Valentino es la celebracion de 15 años de amor”. Galería de fotosGalería de fotos

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El sol del mediodía es el mejor aliado del mate que comienza a cebar Sebastián Estevanez (44) en el living de su casa. Mientras su mujer Ivana Saccani (31) está en la cocina, terminando de cambiar a Valentino (un mes) para la producción con CARAS, él le pregunta si precisa algo. Ella le agradece, le responde que “no” y le recuerda que luego del colegio los chicos, Francesca (7) y Benicio (5), tienen un cumpleaños. Él la mira, asiente con la cabeza y luego besa a su pequeño heredero.

Cómplices e incondicionales, así viven su relación el actor y la modelo que a fin de 2015 cumplirán 15 años juntos. Su historia empezó a escribirse en el 2000, en el back de un desfile solidario en Campana. “Fue un amor a primera vista. Entré donde se estaban cambiando todas las modelos que eran como 50 y, de repente, la vi a Ivana que estaba en la otra punta. Sentí algo muy especial, fui hacia donde ella estaba, la saludé y justo me vinieron a buscar porque ya arrancaba el desfile. Le conté a una amiga de Ivana, que yo conocía, que me había encantado. Y a ella, se le ocurrió que viajáramos a Buenos Aires en mi auto cuando terminara el desfile. Eran cuatro y lo único que quería era que se bajara última. Pero ¡se bajó anteúltima! Le pedí el teléfono a su amiga. Empezamos a salir y nunca más nos separamos. Hoy, con Valentino, nuestro sueño de familia numerosa se hizo realidad”.

—¿Qué les trajo Valentino a sus vidas?

—Ivana Saccani: Valentino nos trajo mucha felicidad, mucho amor. Fue maravilloso ver la alegría con la cual recibieron a ‘Valen’ sus hermanos. Lo viven y lo disfrutan tanto que es un placer ver cómo lo quieren, cómo juegan con él y nos ayudan. Apenas vienen del colegio, van corriendo a verlo. Benicio vivió el embarazo con más intensidad, a cada rato venía y me besaba la panza. En cambio, Francesca estuvo más tranquila. Si bien al principio ella estaba ilusionada con que sea una nena, luego al ver al gordo se enamoró. Y hoy es como una mamá más: cuida todo el tiempo a sus hermanos menores. Cuando ‘Beni’ era más chico y sus maestras nos dijeron que lo ayudáramos un poco a soltarse ya que era más bien introvertido, ‘Fran’ fue fundamental.

—Sebastián Estevanez: Valentino es una bendición. Teníamos miedo de que su llegada les despertara celos a los chicos, pero pasó todo lo contrario. Están los dos súper emocionados con su hermano, como nosotros.

—¿Cómo lo describirían en su primer mes de vida?

—I. S.: Es un santo, un bebé súper tranquilo que se porta re bien. Se adaptó enseguida a la familia. Hoy, que tenemos más experiencia con los chicos, disfrutamos el doble. Y ahora que ‘Sebas’ tiene más tiempo en su trabajo, nos organizamos con los chicos y hacemos las tareas de la casa juntos. Él me ayuda un montón: a veces cocina con ellos, le cambia los pañales a ‘Valen’; le encanta compartir momentos con sus hijos.

—S. E: Valentino nos hace todo más fácil. Pesó 4.510 kilogramos y midió 54 centímetros. Amo bañarlo, de la misma manera que me gusta ver jugar al fútbol a Benicio o bailar a Francesca. No hay nada más importante en mi vida que estar con ellos.

—¿Cómo definirían a Benicio y a Francesca?

—I. S.: Benicio es muy deportista, tres veces por semana juega al fútbol, va a natación y le encantan los deportes de aventura, donde se cuelgan y escalan.

—S. E.: ‘Fran’ tiene una personalidad más extrovertida: ya hace teatro, gimnasia artística, modelado de arcilla. Una vez por semana su abuelo ‘Quique’ Estevanez la pasa a buscar y la lleva a equitación. Y a mitad de año nos dijo que quería dejar de hacer tenis para ir a clases de canto y pintura. Por eso, le encanta ir a la casa de la abuela ‘Moni’ que es escultora y pintora (María del Carmen, mamá de Sebastián). Una vez por semana junto a ‘Beni’, Francesca organiza un show en casa, con nosotros y las visitas de espectadores: se disfrazan, bailan, actúan o hacen juegos de magia. De repente, la gorda sale de bañarse y escuchás un “taca taca”. La ves y ya tiene puestos los zapatos de ‘Iva’. Nosotros siempre vamos a apoyar a nuestros hijos en lo que elijan y les guste. Lo único que deseamos para ellos es que sean buenas personas, solidarios y felices.

—¿En qué los ven parecidos al papá y a la mamá?

—I. S.: ‘Fran’ es súper abierta, sociable y sensible como el papá. Y físicamente también se parece. Ahora al mirarlo a ‘Valen’, lo veo a ‘Sebas’ y a ella de chicos. Benicio es más tranquilo como yo. Pero es súper activo en cuanto al deporte, eso lo ayudó mucho a perder la timidez y a afianzar su personalidad: hoy es muy disciplinado y seguro de sí mismo. También es el que tiene más rasgos físicos míos, como el cabello y el color de ojos más claros.

—S. E.: Sí, Francesca tiene mi personalidad. Y ‘Beni’ es más tranquilo, relajado como Ivana. Para él, todo está bien, nunca nos hace un problema, es muy compañero. Tiene mucha habilidad para el deporte, no podemos creer lo bien que juega al fútbol en cualquiera de sus posiciones: en eso no sabemos a quién salió de la familia (risas). Es hincha de River como todos nosotros. Mi mujer es la más fanática: iba a la popular con el papá. Por suerte, él disfruta de ir a la cancha, pero no se pone mal cuando pierde su equipo, no lo afecta. A mis hijos se los digo desde que tienen dos años y, ahora, ellos mismos me lo cantan cada vez que jugamos juntos a lo que sea:“Ganamos, perdimos, igual nos divertimos”.

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