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Agustina Cherri dice sentirse en armonía, celebrando la felicidad de su universo, en el que Muna y Nilo, de 6 y 4 años, son sus pilares. En la impactante producción con revista Caras, la actriz cuenta cómo se siente en su rol como mamá.
—¿El haberte convertido en madre en qué tipo de mujer te convirtió?
—Siempre quise ser madre joven, desde muy chica. Sabía que me iba a convertir en mejor persona y dejar de ser el centro. Cuando tuve a mis hijos fue el único momento en el que no estuve en pantalla porque necesitaba frenar. Y lo hice cuatro años sólo para disfrutar de ser mamá. Trabajé desde los seis años para poder llegar a ese momento y poder no hacerlo durante ese tiempo. Desde los seis hasta los 25 que quedé embarazada, no hubo un año en el que no haya trabajado.
—¿Cómo te organizás cómo mamá de dos niños?
—Los chicos están más grandes entonces tienen su rutina armada y es más fácil, porque no están en casa esperando que vos llegues. Trato de mantenerles la vida como cuando yo estoy en casa. Después está Marga, que me ayuda y me cubre cuando yo no estoy para ir a buscarlos o prepararles las comidas y también cuento muchísimo con mi mamá. Y el papá es súper presente, entonces los tiene muchísimo tiempo y me alivia un montón. Inclusive si yo tengo que hacer algo que me surge de repente, me cubre y yo a él. En ese sentido somos muy compañeros y entendemos el trabajo del otro.
—Ya separados llegaron a viajar juntos a Disney con tus hijos y él a veces se quedaba en tu casa a dormir. ¿La relación con Gastón sigue siendo así de buena?
—La relación sigue siendo increíble, principalmente por mis hijos y está buenísimo. Pero no, ya no pasan esas cosas. Fue al principio porque también era un proceso en el que los chicos tenían que entender y porque la nuestra no fue una separación tortuosa, donde nos odiamos. Fue algo paulatino y a veces necesitaban a su padre más presente o al revés. Hoy por hoy somos dos padres separados que gracias a Dios y la Virgen se llevan bien.
—¿Te gustaría volver a ser mamá?
—Sí, me gustaría. Aún no convivimos, pero más adelante seguramente lo haremos. Me encanta la idea de amanecer con él todos los días. Por ahora así funcionamos muy bien. Tomás tiene sus tiempos y no está desesperado por ser papá y yo disfruto a mis hijos, feliz y encantada. Entonces como pareja vivimos el hoy y estamos bárbaro así. Pero me encantaría el día de mañana tener un hijo. Tenemos tiempo. Hoy me siento enamorada, conforme con mi trabajo y completa con mis hijos. Me siento plena. Es un muy buen momento de mi vida.
Reflejo de sus “amores y verdades”, Agustina suma siete tatuajes en su cuerpo. Uno de ellos, escrito en francés, “Je t´aime jusque ´ici”, adorna el contorno izquierdo de su cintura. “La frase quiere decir 'Te amo hasta acá', es lo que nos decimos siempre con mis hijos”, explica, para luego contar que su heredera desea ser actriz. “Quiere ser una estrella”, aclara con divertida preocupación Cherri, quien no está de acuerdo con que Muna empiece a trabajar siendo tan chica. “Es raro y difícil porque es lo que yo hice. Trato de explicarle mi postura: siento que hoy el medio no es el mismo que cuando yo arranqué. Teniendo padres actores, oportunidades no le van a faltar. Lo importante ahora es que ella viva su infancia y niñez lo más relajada posible y que se prepare, que siga con sus clases de piano y canto. Nilo es todo lo contrario. Toca la batería y le gusta la música, pero para nada las cámaras. Entre ellos son muy compañeros”, concluye.
