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ACTUALIDAD 29-06-2016 08:58

Jazmín Laport: "Soy tan pasional como mi papá"

A los 20 años, actúa en la obra dirigida por Osvaldo. Galería de fotosGalería de fotos

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Dice su padre, Osvaldo Laport, que Jazmín, la hija que tiene con Viviana Saez, es la alegría de la casa. Que en ella convergen las mejores cualidades que pudieron inculcarle con su mujer. Dueña de un cuerpo escultural, la joven confiesa que en 2016 comenzó a transitar el mejor año de su vida. Con su padre como director brilla en la obra "Las Novias de Travolta", que arrancó su gira en Rosario. Amante de la repostería, tiene hasta su propio emprendimiento gastronómico llamado "Boutique de Antojitos", en donde ella misma elabora tortas y otras delicias.

"Soy una mujer que no sabe quedarse quieta. Estoy en constante desarrollo y si bien antes vivía a mil por hora y quería llevarme el mundo por delante, mis padres me enseñaron que la vida hay que dejarla fluir y hoy puedo asegurar que cuando uno lo hace, las cosas pasan... Suceden. Durante toda mi historia me preparé para enfrentar los desafíos que ahora tengo por delante. Tengo muchos proyectos; formo parte de una obra de teatro maravillosa y encima tengo a mi padre como director. Todo lo que me está sucediendo es fruto del esfuerzo, la preparación y la constante búsqueda de vivir de lo que me apasiona, que es la actuación, el canto y el baile", dice Jazmín, quien a pesar de ser la hija de uno de los actores más populares de la Argentina, se ocupa ella misma de gestionar su carrera como actriz.

Multifacética, a los 5 años comenzó a estudiar ballet en la escuela de Julio Bocca. Más tarde se perfeccionó en canto y baile y en su adolescencia soñó con ser maestra jardinera, porque ama a los niños, según cuenta. Pero su amor por el Arte pudo más y hoy, a sus 20 años, descubrió que la artista que lleva adentro comenzó a florecer. "El año pasado pensaba que ya estaba grande para arrancar una carrera artística, pero por suerte me di cuenta que ¡tengo 20! ¿Cómo voy a estar grande..? Entonces me convertí en una persona más paciente y bajé un poco la intensidad de mi vida. A partir de allí, como dije antes, dejé que la vida fluya y comenzaron a surgir muchísimos desafíos", asegura Jazmín.

—¿Es un desafío para usted que justamente su padre sea el director de la obra en la que actúa?

—No lo tomo como un desafío ni siento que sea una carga; es como un aprendizaje. Que mi “viejo” sea el director me da la tranquilidad de saber que estoy trabajando con un gran profesional. Siempre espero sus devoluciones, sus correcciones y yo enseguida intento hacer lo que él me señala. Lo mismo sucede con mi mamá. Yo los escucho mucho a ellos porque pertenecen al universo artístico y cada palabra de ellos es una enseñanza.

—¿No siente miedo o le preocupa que el público piense que trabaja justamente por ser la hija de...?

—No, yo puedo asegurar que ser la hija de alguien conocido puede abrirte puertas y también cerrártelas. A veces un productor o un actor o quienes conviven dentro del mundo artístico, quizás no te llaman porque piensan que por ser la hija de, uno tiene aires de diva. Y la verdad es que en mi caso es todo lo contrario, yo soy cero diva. No me interesa el divismo; estoy en una etapa de crecimiento en mi trabajo.

—A partir de la participación de su padre en “Bailando por un Sueño” y luego que usted dijera que iba a ser su abogada defensora, muchos televidentes creyeron que se dedicaba a la abogacia... ¿La sorprendió la repercusión que tuvo su aparición en ShowMatch?

—Me morí de risa...De repente en las redes sociales muchos chicos y chicas me escribieron diciendo que estudiaban lo mismo que yo (risas)... Me tiraban tips de abogacía. ¡Fue muy divertido porque en mi vida he tocado un libro de Derecho!

—Usted que ha estudiado baile, ¿Cómo lo ve a su padre sobre la pista?

—Es un genio, baila súper bien. Tanto mi papá como mi mamá me enseñaron que la humildad es una de las cualidades más importantes en la vida. Mi viejo, a pesar de todos los éxitos que ha tenido es un tipo humilde. ¿Qué quiero decir con ésto? Que lo que no sabe lo aprende sin problemas. El no es un divo que anda por la vida mirando a todos desde arriba, ahora asumió un desafío que es el de aprender a bailar todos los ritmos de música y tratar de ganar un certamen para cumplir un sueño. Entonces él va con toda su humildad y se pone a disposición de los coach para que le enseñen. Aprende rápido y baila divino.

—¿Iría al “Bailando...” si la convocan?

—Iría sin dudarlo, pero no por lo mediático o por ser el programa más visto de la Argentina, sino porque amo bailar. La música me hace feliz; me alegra la vida. Lo que siento cuando bailo es imposible de explicar. No bailaría un reaguetton caliente y rabioso con mi papá porque no da (risas). Yo soy súper pasional para bailar y hacerlo con mi viejo no me daría la libertad para expresar todo lo que siento. Todo lo demás, sería un sueño hecho realidad.

—¿Que siente que heredó de su padre, con quien hoy comparte la profesión?

—Mi padre es mi ejemplo y mi referente, sin dudas. También mi madre lo es. Tengo una fusión de ambos. Siento que soy el centro entre ellos dos, porque tengo un mix de ambos. Son muy pasionales y yo soy tan pasional como mi papá y como mi mamá. Tengo de mi mamá esa cosa de no quedarme nunca de brazos cruzados, peleo y voy por lo que quiero. Nunca me detengo. De mi viejo soy parecida en cuanto a carácter, soy re Osvaldita. El me enseñó a buscar el equilibrio en mi vida. A ser una persona centrada. Somos muy compañeros, compinches, no necesitamos decirnos qué es lo que pasa; nos conocemos con sólo mirarnos.

Por Federico Levin.

Fotos: Marcelo Dubini.

Producción: Fernada Vaudagna.

Agradecimientos: Cluma Estudio. Peinó y maquilló: Sebastián para "Estilo Sebastián" con productos Kerastase. Medias Mora línea fit. Ni Bel. Peuque. El galpón de ski. Tamara Cordon and God. Te lo juro. Boutique de Antojitos.

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