A medida que sus hijos van creciendo, Andrea Bursten tiene más cosas para compartir con ellos. Y ni que hablar con Francesca, su heredera mujer que proyecta en su madre los sueños de toda adolescente. Y para no ser menos que Andrea, quien se inició como modelo a los quince años, "Fran" aceptó con entusiasmo la propuesta de compartir juntas una campaña publicitaria. Apenas con un año menos que el que tenía Bursten cuando comenzó, la hija del recordado Federico Ribero posó por segunda vez con su madre para la gráfica de Class Life. A principios de año hicieron la colección invierno, y ahora volvieron a juntarse para componer la campaña Primavera-Verano 2017 de la emblemática marca.
"Fueron dos días de trabajo en el Sofitel Cardales, por suerte no tocó nada de frío y un grupo de trabajo excelente. ‘Fran’ se enganchó enseguida con el fotógrafo, Santiago Albanell, que la supo llevar muy bien. Esta vez la noté más segura que en la primer campaña, más canchera, y eso que no es nada fácil para una chica de su edad hacer trajes de baño. Quedamos re contentas con la experiencia", contó Bursten, enfocada de lleno en sus negocios gastronómicos y en los preparativos de la gran fiesta de quince de su hija, que será en diciembre. Madre e hija fueron elegidas como reflejo de la vida sana y deportiva, un aura moderno y femenino a través del vínculo cómplice entre ambas. "En un punto me vi reflejada en ella. Si está para trabajar de modelo lo dirá el tiempo, yo la veo con más ganas de seguir estudiando y de profundizar con la fotografía. De hecho le propusieron desfilar y mucho no le interesó. Por mí, lo que ella quiera estará todo bien", explicó la ex modelo.
Fotos: Gentileza Plan a Prensa.