Dice que lo material no la deslumbra, que la vida le enseñó que se puede ser feliz con poco y también ser la persona más infeliz del mundo rodeada de todas las comodidades. Barby Franco habla con la experiencia de alguien mayor a los 26 años que muestra su documento. Es que su historia así lo refleja. Se crió en una zona muy humilde del barrio de Barracas, muy cerquita a la villa 21, tierra en donde el dinero no sobra y llegar a fin de mes a veces se hace demasiado largo. Hoy su situación cambió. Instalada desde hace ya algunos años como figura de la televisión, se encuentra de novia con el reconocido abogado Fernando Burlando quien le mostró otro costado de la realidad. Mansiones, autos de lujo y viajes por el mundo forman parte de la vida cotidiana de Barby.
En Carlos Paz, donde se encuentra protagonizando la exitosa obra “Mahatma, Alma Grande” la obra de Flavio Mendoza, eligió para pasar el verano junto a su novio un impresionante chalet con vista al lago donde se instaló junto al propio Burlando, sus perros y su círculo más íntimo.
—¿Disfrutas del lujo?
—Para mí el lujo es estar tirada tomando sol con mis dos perros o viendo tele descalza y en jogging. De todas maneras no niego que me gusta estar en una casa linda, con vista al lago. Desde que estoy con Fernando, entré al mundo Burlando que es así. Yo lo conocí con 21 años y lo tuve que googlear porque no sabía quién era. Me costó mucho ingresar porque no sabía cómo moverme, como manejarme pero con la ayuda de mi psicóloga fui aprendiendo a desenvolverme en este “súpermundo” y ahora la verdad que lo disfruto. Sin embargo nadie sabe más que yo que lo material va y viene.
—¿Cómo es eso?
—Yo vivía en una casa de clase baja y era feliz igual que rodeada de este lujo. Hay cosas que aún me resultan raras. Burlando tiene una Ferrari y me da cosa subirme. Desde que la tiene creo que habré subido una sola vez, es una sensación rara, no me copa. Prefiero estar en mi autito y pasear por las calles de Buenos Aires. No me deslumbra todo esto. Puedo estar en una mansión increíble, pero discuto con Fernando y soy la piba más infeliz del mundo. Mi felicidad pasa por otro lado.
—¿La casa de Carlos Paz la eligieron juntos?
—Así es. Nos encantó porque Fernando es amante de los deportes náuticos. Le encanta el agua. Hace kitesurf, moto de agua, entre varios otros y él está feliz, no se aburre en Carlos Paz. En Punta del Este tenemos la casa a diez metros del mar.
—¿Cómo está la relación con Burlando en este momento?
—Súper bien. En enero del año pasado tuvimos una separación de dos semanas y luego volvimos a estar juntos. A partir de allí todo mejoró, nos hizo bien estar unos días lejos porque la relación se afianzó mucho. Cuando estamos juntos nos divertimos, la diferencia de edad no se nota y podemos reírnos todo el tiempo con cosas simples como tirarnos con almohadas. Jugamos mucho y eso es muy bueno para la pareja.
—¿Hay planes para el 2017?
—Quiero empezar a buscar un bebé. En principio pensaba que iba a comenzar en marzo, pero el éxito de Mahatma tal vez modifique los planes porque vamos a estar hasta abril con la obra y tal vez después siga durante el año. Quería buscarlo en marzo para que nazca en octubre y sea de Libra como yo, pero bueno, es algo que aún debemos charlar con Fernando.
—¿Te gustaría casarte?
—Nos íbamos a casar en 2015 pero creo que Fernando se asustó un poco. Me encantaría. Soy re Susanita y quiero casarme con él cuanto antes.
—¿Te sorprendió la propuesta de Flavio Mendoza para trabajar con él?
—Si, absolutamente. Es mi primera vez haciendo temporada y todo comenzó en septiembre. Flavio me enseña muchas cosas tanto en lo profesional como desde la parte humana. Ahora que está en este camino de ser papá le veo con la sensibilidad a flor de piel. Realmente tuve que entrenar mucho para este nuevo rol y no fue fácil. El resto del elenco hace acrobacias desde que tiene tres años. Yo vengo de la pasarela, así que escalar, colgarme, saltar fue todo un desafío. Sin embargo logré subirme al tren de este monstruo que es Mahatma y estoy pasando un momento muy, pero muy feliz en mi vida.
por Ariel Bogdanov
(desde Villa Carlos Paz)
FOTOS: Alejandra Maldonado.
Iluminación: Sebastián Hernández; It Italy.