sábado 14 de diciembre del 2024
ACTUALIDAD 18-02-2017 09:07

Floppy Tesouro: "Recuperé mi peso ideal a tres meses de parir"

La modelo se confiesa durante un atardecer esteño. Galería de fotosGalería de fotos

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Sabe que por su trabajo cuidar la imagen es prioritario. Pero cuando quedó embarazada, Floppy Tesouro (31) no se quiso atar a ninguna dieta específica. “No me limité ni me obsesioné con las formas que iba tomando mi cuerpo, me liberé para comer lo que tuviese ganas. Quise vivir el embarazo a pleno”, recuerda la mujer de Rodrigo Fernández Prieto (40) sobre el período en el que concibió a Moorea, la beba de flamantes cinco meses que fue capaz de transformarla “en una leona”.

Durante el proceso de gestación, la modelo y actriz siguió su costumbre de comer sano, pero no se privó de incorporar antojos que le comenzó a demandar su cuerpo. “A cada una el embarazo le pega de manera diferente, a mi me dieron ganas tremendas de comer papas fritas y mandarinas (risas). Yo me preguntaba si no era una locura, pero así fue”, asegura, y no se sonroja en admitir que llegó a engordar quince kilos y medio. Apenas nació su hija se sintió muy rellena de panza, y sin descuidar sus prioridades maternas comenzó una lenta etapa de recuperación. “Todos me decían que ese proceso de acomodar el cuerpo lleva entre nueve y doce meses, pero yo a los diez días ya había bajado diez kilos. Confíe en mi buena genética, y por suerte no me defraudó”, esgrime Floppy, quien a los tres meses de haber dado a luz recobró su peso habitual: “Creo que también influyó el hecho de que el mío fue parto natural, sin cesárea. Apenas terminé la cuarentena empecé de a poquito con ejercicios, un poco de baile, de Pilates y de entrenamiento al aire libre. Esa rutina me ayudó a recuperar mi figura mucho más rápido de lo habitual”, se jacta cuando posa para el fotógrafo de CARAS en las playas de Punta del Este, donde extendió sus vacaciones hasta fines de enero.

El operativo “puesta a punto” fue tan eficaz que hasta se permitió algunos deslices en las vacaciones esteñas. “Con ‘Rodri’ alquilamos una chacra cerca de varios amigos, y cada dos días se armaban cenas. Hubo mucho parrilla y corderos, y si bien se que debo cuidarme más ahora que a los veinte, gracias a mi genética pude darme algunos gustitos”, dice, y disfruta esa sensación especial de sentirse tan madre como sexy. “Con Moorea jugamos como dos niñas, creo que esa mezcla de nena con mujer sensual no tiene porqué perderse. Me encanta verme flaquita, impecable, y a la vez dedicarme plenamente a mi hija. Quiero transmitirle de pequeña todo el amor por lo artístico que yo manifesté desde los cuatro años, que crezca sabiendo que su madre hace lo que le gusta”, se propuso.

Ya instalada en Buenos Aires, dispuesta a escuchar propuestas y abocada a hacer laboralmente “lo que tenga ganas de hacer”, Floppy reordena su agenda y ajusta su nueva rutina de cuidado corporal. “Los lunes y jueves voy a baile con Charly San Martín, miércoles y viernes tengo Pilates en el Centro Shine, y dos veces por semana entrenamiento RTfit con un personal. Me gusta estar más estilizada que marcada, y además le sumo dos tratamientos, uno de plasma rico en plaquetas y otro de radiofrecuencia. Soy una mujer que va a 220 todo el día, nunca paro, y toda la acción que me demanda Moorea me ayuda también a quemar energías”, puntualiza enfática. Y no puede evitar mencionar el plus emocional que le trajo aparejada la maternidad: “Aunque parezca una frase hecha, es lo mejor que me pasó en la vida. Siempre fui una mujer sentimental, y con una hija al lado esa carga emocional se duplica. Así, sin imaginármelo ni proponérmelo, me terminé convirtiendo en una leona”.

Por: Carlos Cervetto

Fotos: Pablo Kreimbuhl

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