Cuando se instaló por primera vez en la casa de Barrio Parque de Fernando Burlando (52), “Barby” Franco (27) recuerda que el abogado ocupaba el setenta por ciento del vestidor y a ella, recién llegada, le correspondía el restante treinta.
Pero la relación se fue amalgamando, y ahora, a meses de celebrar siete años juntos, la situación varió en un ciento por ciento: es ella la que acapara el setenta por ciento del megaespacio, desplazando en ese duelo intimista a su pareja. “Hoy es al revés, al principio yo venía de visitante y recién empezaba la convivencia. Ahora la cosa cambió, a tal punto que él quiere agrandarlo. Y aparte tenemos uno más chiquito en el piso de arriba donde guardamos la ropa que no es de estación”. Refugiada en la intimidad de su hogar, la modelo abre su “alto vestidor”, como le gusta llamarlo, y comparte esas preferencias que toda mujer alberga en uno de los sectores más sensibles de su hogar: “No tengo contado lo que tengo, soy muy desordenada para llevar un control. Si fuese ordenada perdería todo, porque en ese desorden me ayuda mi memoria visual para retener donde encontrar las cosas. Entonces asocio que donde estaba esa cartera tirada al lado había unos zapatos... Soy nada que ver con Burlando, que es súper ordenado”.
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Ubicado en el primer piso de la casa estilo petit hôtel francés de la calle Juez Tedín, en el vestidor de “Barby” conviven zapatos de alta gama con zapatillas y botines de fútbol. Justamente, el calzado es una de los objetos que más la seducen: “Creo que los zapatos son la carta de presentación de toda mujer, al igual que el pelo y las uñas. Un buen par te estiliza y te da una fisonomía distinta, te podés vestir súper normal, y con buenos zapatos, sos la mujer más linda del mundo. Tengo muchos de Sarkany, porque a nivel diseño los argentinos no tienen nada que envidiarle a los de grandes marcas extranjeras”.
Coqueta por herencia de su madre, todas las elecciones de lo que se pone le corresponden a su propia percepción, aunque le gusta recurrir al Instagram para pulir la decisión. “Siempre me gustó verme bien, y más que nada elijo lo que me pongo por mi color de piel y de pelo. Sigo a muchas chicas por Instagram referenciales con mi estereotipo de cuerpo”, afirma. Y sostiene que las marcas no son lo que más la movilizan, más allá de algunas preferencias puntuales por las carteras de Louis Vuitton o la ropa interior de Victoria’s Secret.
“Más que marcas, elijo ropa que me quede bien. En los viajes al exterior no le gasto la tarjeta de crédito al doctor, pero después lo quiebro comiendo (risas)... Si me gusta buscar cosas raras; por ejemplo, en Aruba me acabo de comprar unas zapatillas de Dolce & Gabbana rarísimas, de esas que no ves en ningún lado”, confiesa. Y admite esas dos debilidades que mencionó: “Cuando Fernando me quiere regalar una cartera, ahí si que no lo dudo. Las Vuitton son lo más, tanto por calidad como por durabilidad, tengo algunas de hace siete años que no se rompen por nada del mundo. Y la ropa interior me encanta, sobre todo cuando VS saca esas bombachas tanga que son increíbles”.
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En cuanto a los vestidos, columna vertebral de todo vestidor, la morocha refleja su predilección por dos diseñadores a los que admira profesional y humanamente: Claudio Cosano y Claudia Arce. “A Claudio lo conozco hace mil, es el único que me prestaba ropa cuando empezaba como modelo. Es un genio y somos grandes amigos. Y Claudia también me bancó siempre, hasta llegué a desfilarle un vestido de novia con Burlando, que casi se muere de lo pálido que estaba. Fue la boda que nunca tuvimos”, señala risueña, aludiendo a una cuestión que siempre la inquieta.
Mientras tanto, “Barby” aprovecha una etapa sabática que durará hasta agosto, cuando viaje a Inglaterra para aprender y perfeccionar su inglés: “Venía con mucho trabajo entre Mahatma y Stravaganza, ahora estoy relajada y en agosto me instalaré cerca de Londres tres meses para estudiar inglés. Ya alquilé casa y me anoté en una universidad... Y obvio que Fernando va a ir a visitarme”.
F. DE BARTOLO/PERFIL
Agradecimientos: Peinó George Rodríguez
(@george_hair1), maquilló Christian Ferrnández
(@chrisfernandez).