La familia real británica volvió a reunirse para asistir a la celebración del centenario de la Royal Air Force que tuvo lugar en la Abadía de Westmister, en Londres. Al igual que en el día de ayer, todas las miradas se centraban en ellos, con el motivo del bautismo del príncipe Louis, en donde la Reina fue la gran ausente.
Con estos dos eventos estuvimos frente a un duelo de estilos de dos grandes potencias de la moda mundial. En primer lugar, Kate supo lucir un diseño exclusivo de la firma Alexander Mcqueen, uno de sus diseñadores favoritos. La esposa de Guillermo se engalanó con un vestido de manga larga con cuello pico y largo hasta la rodilla que favorecía su figura.
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Por otro lado, Kate eligió adornar su cabeza con un tocado exclusivo de Jane Taylors. Con el cabello recogido, como ya lució en diversas apariciones públicas.
Sin embargo, Meghan llevó un vestido verde de Ralph Lauren, para el centenario de la Real Fuerza Armada, la duquesa de Sussex eligió un modelo negro de Clare Waight Keller para Givenchy, la diseñadora que creó su vestido de novia. El sombrero era una creación de Stephen Jones.
Mientras que su marido, Harry y su cuñado William, ambos la cuarta generación de pilotos de la RAF de la monarquía británica, lucían los uniformes oficiales del cuerpo, la duquesa de Cambridge optó por un modelo de Alexander McQueen, al igual que el el bautismo de su hijo pequeño. Prendido al vestido lucía su broche de la RAF y su sombrero era un diseño de Sean Barret.