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Si la docencia es clave para transmitir conceptos y apuntalar un proceso formativo sea en la disciplina que sea, también lo es la necesidad de integrar e incluir a quienes no tienen las herramientas para acceder a ese aprendizaje. Y el Gobierno de la Ciudad, a través de su Subsecretaría de Deportes, se hace eco de esa necesidad abriéndole las puertas del fútbol femenino a tantísimas niñas y adolescentes de los barrios más vulnerables de la ciudad.
En coordinación con Pink Soccer y la Revista CARAS, el Polideportivo Santojanni, en una zona de pura cepa futbolera como Liniers, fue el escenario donde se dictó una clínica de fútbol avalada con la presencia de dos jugadoras del seleccionado argentino: la delantera Belén Potassa (30) y la arquera Laurina Oliveros (25), ambas del primer equipo de la UAI. Ellas, acompañadas por la mujer del futbolista Patricio Toranzo (37), la modelo brasileña Tamara Alves (36), y por Jimena Cyrulnik (43) incentivaron a las ”bajitas” con una mañana inolvidable a puro fútbol instructivo. “Se armaron circuitos de traslados, conducción, definición y pases, la idea es que las chicas se lleven algo de conocimiento y además tengan la posibilidad de conocer a nuestras representantes del fútbol femenino argentino”, destacó más que satisfecha Mariana Stellato, coordinadora del Área Institucional y Eventos de la Dirección General de Deporte Social y Desarrollo Deportivo de la comuna porteña.
Como en toda jornada solidaria e inclusiva de Pink Soccer, liderado por su manager, Gaby Bukmaier, muchas manos colaboraron para que nada falte. Las hermosas pecheras que lucieron las chicas fueron aportadas por las firmas @Torturex, con la presencia de su dueña, Daniela Luna, y @Sublimados Hope. Las pelotas que se utilizaron en la clínica fueron de Joma, las copas y medallas para las “bajitas” que mejor se desempeñaron las aportó Trofeos Crispino, y los cuidados médicos los garantizó el móvil de Sudelmex bajo la supervisión in situ de su responsable, Claudio Sudelnitzky. También sumaron su aporte desinteresado el deejay Mariano Legui y el conductor Tomás Fricher, quien se multiplicó con su micrófono para que las chicas no se desordenen dentro de las distintas etapas del circuito.
Como nota de color, Tamara Alves le dibujó una sonrisa de oreja a oreja a Belén Potassa llevándole una remera de Huracán de su marido, cumpliéndo así con el pedido que le había hecho la delantera de la UAI, a quien le encanta coleccionar remeras de distintos equipos. Las dos futbolistas del seleccionado enriquecieron la mañana de Liniers, ya que interactuaron permanentemente con las más de cincuenta chiquilinas que participaron. Una experiencia que las reconfortó tanto como los deseos de buena suerte que les transmitieron con vistas al Mundial de Francia, donde tanto Belén como Laurina sostendrán las ilusiones de un país con sobrada tradición futbolera.
Fotos: M.Dubini/Perfil y M.Fonseca/Perfil.
