"De tal palo tal astilla", "La leyenda continúa" y muchas otras frases remiten a los que continúan una historia. Así es el caso de Sebastián Blanco, el hijo del reconocido actor Eduardo Blanco quien, con la misma sensibilidad para el arte que su padre, triunfa en Europa.
En 2017 se fue a vivir a España persiguiendo un sueño y, con paso lento pero firme, logró su cometido. Pero, a diferencia del actor de "Luna de Avellaneda" y "El hijo de la novia", entre otras tantas destacadas actuaciones, Sebastián además de ser actor, también es un destacado músico.
Apenas llegó a Madrid, se presentó con su set electrónico en míticos lugares de la gran ciudad y hasta tuvo el privilegio de ser elegido para abrir el concierto de la gira aniversario de Sui Generis, junto a Nito Mestre. En el filme, aún no estrenado "El año de la Furia", junto a Joaquín Furriel y Paula Cancio, además de actuar, Sebastián es el cantante "lead" de la banda sonora de la película.
Durante la cuarentena, estrenó "Cervecitas, la serie", una intraserie junto a su padre y a la actriz Alba Rico.
El debut cinematográfico de Sebastián fue nada menos que en "El secreto de sus ojos", donde interpretaba al "pinche" que molestaba a Ricardo Darín y después participó en "El hombre de tu vida" y "Farsantes".
En 2015 compuso produjo y editó su trabajo discográfico "El tiempo de las máquinas", en forma independiente.
Compartió Line up con Abel Pintos y Fito Páez en el festival "Me encanta Bolivar" y al año fue nuevamente invitado pero, esta segunda oportunidad, la compartió con Coti y Leo García, entre otros grandes de la música.
Tuvo el honor de ser invitado al "Festival homenaje a Ernesto Sábato" al cumplirse los 105 años del nacimiento del escritor.
En Buenos Aires, recorrió los más emblemáticos bares de la ciudad de Buenos Aires para presentar su trabajo discográfico. El artista transcurre su vida entre España y Argentina y fiel a sus raíces, en su Instagram @sebastianblancook lo deja bien en claro. "Soy de acá", y una bandera argentina flamea en un emoji y concluye: "Vivo aquí, Madrid", junto al emblema rojo y amarillo.
Sin duda alguna, Sebastián es una muestra cabal de la fuerza de la genética.