Lady Diana Spencer siempre fue una mujer muy especial y muy querida por el pueblo británico aunque no para los integrantes de la Corona. Su triste matrimonio con el príncipe Carlos la hizo padecer todo tipo de angustias producto de las infidelidades de Carlos quien ya era amante de Camila Parker Bowles y con el aval de su madre, se encontraban a escondidas de Diana.
Siempre distinguida y elegante, no había atuendo que ocultara la tristeza de su mirada.
Y por eso recurría a lo que fuera podía para disipar su angustia. Muy de avanzada, Diana, a diferencia de otras importantes personalidades, elegía para perfumarse unas esencias que además del rico aroma, le otorgaban serenidad y siempre mantuvo guardado este secreto personal.
Spencer utilizaba una combinación de aceites esenciales que combinaban sándalo, ylang ylagn, patchouli y geranio y que realizaban especialmente para ella unos terapeutas de aroma, en Londres.
Una empresa de aromaterapia, europea explicó que la fusión de los aceites es útil para reforzar la autoestima y llenarse de vitalidad y en realidad, más que un perfume, es un aceite de baño.