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A pesar de siempre mostrarse con una sonrisa a flor de labios, el candidato a presidente por el partido demócrata de los Estados Unidos, Joe Biden, arrastra tras de sí, una dolorosa historia de vida. En un accidente de tránsito falleció su primera esposa Neilia y su pequeña hija de sólo un año, Naomi. Años más tarde, su primogénito Beau murió tras luchar varios años contra un tumor cerebral y finalmente en 2015 falleció.
Fue exactamente el 18 de diciembre de 1972 cuando su entonces esposa Neilia y sus pequeños hijos Beau, Hunter y Naomi, se dirigían a realizar en auto las compras para la navidad que se aproximaba. En la intersección de una calle, un camión chocó la camioneta que conducía la esposa de Biden quien falleció en el acto al igual que la más pequeña del clan, Naomi que en ese momento tenía sólo 13 meses de vida.
En ese momento Joe Biden, con 36 años, había sido elegido senador y, a pesar del profundo dolor que lo atravesaba, tomó fuerzas para cumplir con su mandato y así lo hizo, empujado por el amor de sus otros hijos que habían salvado la vida.
A los pocos años, volvió a contraer matrimonio, esta vez con Jill Jacobs, con quien tuvo a su hija Ashley.
Tiempo después, su primogénito, Beau, que era su gran orgullo le dio la peor de las noticias: Recibió el diagnóstico de un agresivo cáncer cerebral y el 30 de mayo de 2015, falleció.
En ese momento, Biden era candidato a presidente pero no pudo soportar el profundo dolor y a pesar de que ese había sido el deseo de su hijo recién fallecido, Joe Biden, se retiró momentáneamente de la vida política.
Lejos de recibir las peores tragedias, su otro hijo, Hunter, a los pocos años de perder a su hermano, comenzó una relación amorosa con su viuda Hallie y este sacudón no impidió que igualmente fuera apoyado por su padre con un contundente mensaje: "Me siento afortunado de que Hunter y Hailie se hayan encontrado mientras recomponían sus vidas tras la profunda tristeza". La relación entre ellos naufragó en poco tiempo.
Hoy, el líder demócrata da muestras cabales de que la vida continúa y, casado ahora con Jill Biden, se prepara para ocupar el cargo máximo de los Estados Unidos, siempre optimista y sonriente.
