sábado 04 de mayo del 2024
ACTUALIDAD 01-05-2021 16:00

Isabel II celebró los 95 años con luto, sola y muy triste

“¡Happy Birthday Queen Lilibeth". Guacamouly.com Galería de fotosGalería de fotos

Desde el día que nació, el 21 de abril de 1926 a las 2.40, en Mayfair, Londres, el destino de “Lilibeth”, como le gustaba que la llamara su recientemente fallecido marido, parecía estar escrito.

Aunque desde los 10 años era preparada para ocupar el trono del Reino Unido, con la repentina muerte de su padre, el rey Jorge VI (el 6 de febrero de 1952), con apenas 26 años, recién casada con Felipe, el duque de Edimburgo –su primo tercero–, fue coronada como la nueva reina de Gran Bretaña.

Isabel II, por la Gracia de Dios, del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de sus otros Reinos y Territorios Reina, Jefa de la Mancomunidad de Naciones y Defensora de la Fe. Durante sus 69 años (y casi 3 meses) de reinado –cargo por el que anualmente recibe un sueldo de 44.8 millones de dólares– ha vivido momentos buenos y malos pero, cuentan en su círculo íntimo, y éste es el peor.

La muerte de su compañero de toda la vida y sostén en el dolor, habría terminado de quebrarla aunque su admirable fortaleza no le permita admitirlo. Isabel II rompió todos los récords de la historia, destronando incluso a su tatarabuela, la reina Victoria –que permaneció en el trono 23.226 días, 16 horas y 23 minutos–, como la royal más longeva en el trono.

Su rostro es famoso en el mundo entero y es reproducido en monedas y billetes del dinero oficial de hasta 35 países. Es la única monarca que celebra su cumpleaños dos veces en el año. Ya que además del 21 de abril, los grandes festejos se realizan en junio, durante el “Trooping the Colour”, cuando los ingleses organizan todo tipo de homenaje que ella disfruta sin disimulo cuando, como parte de la tradición, sale al balcón principal del Palacio de Buckingham a saludar. Sin embargo, este año no quiso nada.

A la preocupación por la pandemia, en estos 95 se le sumó un dolor que día a día cala más profundo en su corazón. Es el primer cumpleaños que pasa después de más de setenta años sin su compañero de toda la vida. El primer aniversario como viuda.

Por eso no quiso festejos, ni los tradicionales 21 cañonazos que se disparan en Hyde Park y en la Torre de Londres en su honor. Su historia inspiró e inspirará a las mejores plumas de Hollywood.

Entre las curiosidades que distinguen su vida, Isabel II, por ejemplo, no tiene permiso para conducir autos aunque hasta hace poco salía a pasear por los límites de su propiedad en su Jaguar verde. Le enseñaron a manejar durante la Segunda Guerra Mundial cuando recibió lecciones de conducción y mecánica de camiones.

Desde muy pequeña ama los caballos y aprendió a montar a los 4 años cuando su abuelo le regaló un pony que bautizó “Peggy”. Desde entonces es una apasionada de la equitación y de las carreras de caballos, en las que hace participar a sus “pura sangre” (que llevan ganadas 1600 carreras).

Tampoco posee pasaporte y ha visitado más de cien países en su vida acumulando más de 1,6 kilómetros recorridos; aunque desde 2016 no sale de Gran Bretaña. Su figura –como la soberana de Inglaterra número 40– es la que más veces ha replicado el tradicional Museo de cera Madame Tussaud, de Londres, que ya va por su copia número 23.

Es la dueña de todos los delfines, ballenas y esturiones a tres millas de la costa del Reino Unido y de todos los cisnes del Támesis. Dicen que la Reina ha visto pasar a trece primeros ministros de su país, trece presidentes de Estados Unidos y seis Papas.

Sus gestos de amor públicos siempre se los han llevado sus perros favoritos de la raza corgi, en su variedad pembroke. La primera se llamó Susan y se la regalaron cuando cumplió 18 años y de ella descendieron todos los que aún tiene. Dicen que en 1999 despidió a un asistente por echarle whisky al agua de sus mascotas.

Luego, su amor perruno la llevó a popularizar una nueva raza, los dorgi, un cruce de corgi y daschund que surgió sin quererlo cuando uno de la perros de la princesa Margarita inesperadamente se unió a uno de sus corgi. Actualmente sólo viven Holly y Willow, los únicos sobrevivientes de 14 generaciones de perros royals.

En sus 95 años ha recibido regalos inesperados como un oso perezoso, un jaguar de Brasil y un castor de Canadá que terminaron en el Zoo de Londres. Para los Juegos Olímpicos de Londres de 2012, la Reina se juntó con el ícono británico James Bond (interpretado en ese momento por Daniel Craig), y juntos grabaron una escena en el palacio de Buckingham.

Su figura se convirtió en personaje de series como “Los Simpson” o “Doctor Who” y y en películas como “El Discurso del Rey” o “Austin Powers”. Y todos recuerdan la genial interpretación que hizo de ella la actriz Helen Mirren en “The Queen” que la llevó a ganar un Oscar.

Sus gustos son tan particulares como su personalidad. Dicen que no toma otro té que el popular “Earl Grey” y, contó su propia prima, Margaret Rhodes, que antes de comer, bebe un cóctail de ginebra y Dubonnet con mucho hielo y una rodaja de limón.

Aunque durante el almuerzo toma vino, por la noche prefiere un dry Martini y una copa de champagna. Durante sus años en el trono Isabel respondió más de 3,5 millones de cartas y envió casi 180 mil telegramas. Hasta hace unos años, junto a Felipe, enviaron más de 45 mil tarjetas de Navidad a sus súbditos y regalaron 100 mil de los clásicos budines ingleses.

Isabel II preside más de 600 organizaciones benéficas. Aunque no es muy fanática de la nueva tecnología, envió su primer mail en 1976, inauguró la página de internet de la Familia Real en 1997 y lleva siempre dentro de su bolso Launer un teléfono (que le regaló su nieto William) junto a sus caramelos de menta y el pañuelo blanco con sus iniciales bordadas.

También, desde 2014 tiene una cuenta de Twitter y, en marzo de 2019, sumó Instagram para comunicar novedades y actividades de Estado. La Reina pasó sus días de luto y su cumpleaños en el castillo de Windsor protegida de la pandemia por una “burbuja” mínima de 20 personas del servicio privado que atiende desde hace años al matrimonio.

Sus hijos, el príncipe Carlos (72), la princesa Ana (70), el príncipe Andrés (61) y Eduardo de Wessex (57), son los únicos que diariamente visitan a la monarca, turnándose para hacerlo.

Su hija Ana fue la encargada de organizar un sistema  para que siempre esté acompañada y en la lista que creó, obviamente, también figuran Camilla, el príncipe William y Kate Middleton y Sofía de Wessex. Y sus 8 nietos y 11 bisnietos la saludan por Zoom.

Según informaron, a pesar de haber cumplido con el luto que marca el protocolo real y de ya haber recibido las dos dosis de la vacuna contra el COVID, Isabel II continuará aislada en el castillo de Windsor.

La única alegría que habría recibido fue la llegada de dos nuevos integrantes a su hogar: los cachorros Fergus y Muick. Pero, como siempre, dispuesta a no defraudar a su pueblo, el 21 grabó un mensaje especial y se dejaron ver imágenes de su vida a través del sitio Guacamouly.com.

Con motivo de mi 95 cumpleaños he recibido mensajes de buenos deseos, que aprecio mucho. Aunque como familia estamos en un período de gran tristeza, ha sido un consuelo para todos nosotros ver y escuchar los homenajes rendidos a mi marido, desde el Reino Unido, la Commonwealth y en todo el mundo. Mi familia y yo queremos agradecer a todos el apoyo y la amabilidad que nos han mostrado en los últimos días. Estamos profundamente conmovidos y seguimos recordando que Felipe tuvo un impacto extraordinario en innumerables personas a lo largo de su vida”, expresó. 

 

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