Como no podía ser de otra manera, la súper modelo Kendall Jenner (25), una de las integrantes del “Klan Kardashian” que se convirtió, según Forbes, en la modelo mejor paga del mundo, con ganancias de 22 millones de dólares, disfrutó de unas vacaciones al estilo lujoso que está acostumbrada. Pero esta vez no lo hizo junto a sus hermanas sino que viajó a la costa de Italia con su novio, el basquetbolista Devin Booker (24), que con su metro noventa y seis triunfa en el Phoenis Suns como jugador estrella de la NBA.
El “Pibe de Oro”, como lo llaman en los Estados Unidos, ya lleva recaudados 29 millones y medio de dólares en este año que son parte de un contrato total de 158 millones de dólares sólo en carácter de salario. Ya que además, cobra millones por publicidad y presencias. Kendall y Devin conforman la pareja ideal para la publicidad. Bellos, altos, jóvenes y triunfadores ya que vienen de familias no millonarias.
Cuentan los amigos que se conocieron hace más de un año pero que quisieron mantener su relación en la intimidad hasta comprobar si realmente era amor lo que los unía, más allá del gran atractivo físico que los conecta. Varias reuniones con el “Klan”, como las hermanas Kardashian se autodefinen, sirvieron para que Devin fuera aprobado por la familia. La semana pasada, el basquetbolista escribió en su Instagram “365” –por los días que llevan juntos– “52” –por las semanas– “1” –por el año– con un gran corazón.
Así, finalmente celebraron su primer año de amor navegando por el Mediterráneo. A bordo de un yate espectacular, tal como lo mostró el sitio guacamouly.com, Kendall sorprendió con una diminuta bikini que, como ya es su costumbre, luce con los triángulos de la parte superior al revés. Sobre las cristalinas aguas hubo mimos, besos apasionados y una íntima celebración que ya los llevó a oficializar su amor.
Galería de imágenes
También te puede interesar