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Si bien la pandemia interrumpió los acontecimientos deportivos en gran parte del Planeta, el polo se las rebuscó para seguir “vivito y coleando” con sus torneos de verano en Europa y los Estados Unidos, adaptándose a las circunstancias con algunos cambios reglamentarios y sin presencia de público.
Entre tantas opciones de diferentes niveles, la temporada de Aspen –organizada por el matrimonio Ganzi– sorprendió con actividad todas las semanas y el calificado aporte de polistas argentinos que levantaron la vara.
A casi dos mil metros sobre el nivel del mar y entre paisajes bellísimos delineados por las Montañas Rocosas y el río Colorado, el Aspen Valley Polo Club degustó polo de paladar exigente con tres diez de handicap que frecuentaron los podios: Pablo Mac Donough (38), Juan Martín Nero (39) y Pablo “Polito” Pieres (34).
En ese contexto vio la luz la primera edición de la CARAS Cup, un desafío que concibió el polista argentino Juan Bollini (58) con el aval de Marc (48) y Melissa Ganzi, dos auténticos mecenas del polo mundial.
Participaron tres cuartetos con un “diez” en cada uno de ellos: Seminole Casino, el campeón, formó con Pablo Mac Donough, Alejandro Novillo Astrada (38), Melissa Ganzi y la mexicana Alejandra de la Vega; McClure River Ranch, con “Juanma” Nero, Juan Bollini, Marc Ganzi y Alejandro Poma, y Tonkawa presentó a “Polito” Pieres, Nic Roldán (37), Paul Foster y Jeff Hildebrand.
Un triangular de alto vuelo y muy parejo tal cuál se refleja en los resultados. Primero, McClure superó a Tonkawa por 9 a 7, y en el segundo duelo Seminole Casino derrotó al equipo de “Polito” por 11 a 10.
En el tercer partido, que terminó siendo la final, los amarillos de Seminole superaron a los colorados de McClure por 7 a 6. La sociedad que armaron Mac Donough y Novillo, más el aporte de las dos mujeres para estirar el equipo hacia adelante, hicieron que el esfuerzo de Nero no alcanzara y Seminole se llevara la CARAS Cup para su palenque.
Alejandro Novillo Astrada fue elegido el mejor jugador del torneo, y la yegua Matzu Criada, propiedad de Santa Rita Polo y montada por Nero, se adjudicó la manta a la mejor yegua.
Los partidos se jugaron con las reglas convencionales y si hubo distanciamiento en la entrega de premios, donde cada jugador se acercó de manera individual a retirar lo que le correspondía: además de los trofeos, productos de Gucci y demás artículos de lujo.
Satisfecho por el éxito de la iniciativa, Bollini sólo lamentó que el público no haya podido participar ni disfrutar de la copa ni de una “temporada tremenda”, que posicionan a Aspen Valley entre los circuitos más seductores del polo.
“Nos hacemos el test una vez por semana y somos un único grupo, con los polistas y sus familiares, que convivimos en las casas y las caballerizas”, explicó el polista que hace veintiún años trabaja con la familia Ganzi.
“Ellos estan muy comprometidos con el polo en general, sobre todo en los Estados Unidos. Empezamos jugando torneos de bajo handicap y hoy no tenemos techo, en dos décadas crecimos mucho tanto en el nivel de juego como en la cría de caballos. Melissa es amante de los caballos y Marc muy competitivo, eso los convierte en la gran pareja que hoy por hoy son en el mundo del polo”, dijo Bollini sobre el matrimonio dueño de los clubes Aspen Valley y Grand Champions, en Wellington, Florida.
“Aspen Valley Polo esta muy agradecido por el apoyo recibido de la Revista Caras, y espera que esta sociedad se prolongue durante muchos años más”, agregó esperanzado.
Fotos: Chukker TV y Juan Bollini.
