La ginecología es una de las ramas fundamentales de la medicina, ya que permite estudiar el bienestar integral del sistema femenino. En la actualidad, el principal impulso de las consultas pasó de ser reactivo a ser preventivo, siguiendo la línea de la importancia de realizar los chequeos ginecológicos una vez al año con el objetivo de cuidar la salud y detectar a tiempo cualquier tipo de patologías médicas.
En diálogo con CARAS, la médica ginecóloga Carla Iacono (MP: 231.708) explica que la constancia en el chequeo y la consulta profesional son la clave para detectar a tiempo anomalías que, descubiertas en etapas tempranas, obtienen pronósticos más favorables. Dentro de los dos principales estudios dentro de la rutina ginecológica se encuentran el papanicolaou, la colposcopia, la mamografía y la ecografía.

CARAS: ¿Cuál es la importancia de realizar chequeos ginecológicos preventivos? ¿Cada cuánto tiempo se deben realizar?
Carla Iacono: Los chequeos ginecológicos son fundamentales porque permiten detectar enfermedades en etapas tempranas, cuando son totalmente tratables. En Argentina, según los consensos de FASGO y SOGIBA, el control debe realizarse una vez por año, incluso si no hay síntomas. El control anual ayuda a prevenir cáncer de cuello uterino, cáncer de mama, enfermedades de transmisión sexual, alteraciones hormonales y trastornos menstruales. Muchas patologías no dan señales claras al inicio, por eso se considera que la prevención es clave.
C.: Generalmente se asocia a la ginecología solamente con los chequeos más frecuentes. ¿Cuáles son los otros estudios imprescindibles?
C.I.: El PAP es solo una parte del control. Hoy sabemos que la prevención más efectiva se logra combinándolo con otros estudios. En Argentina, según los consensos actuales de FASGO y SOGIBA, también es clave el Test de HPV, que detecta directamente el virus que causa la mayoría de los cánceres de cuello uterino.
De acuerdo a lo que explica Iacono, el esquema recomendado de análisis clínicos incluye: PAP + colposcopía, test de HPV (a partir de los 30 años hasta los 60), ecografía transvaginal, examen mamario y mamografía anual desde los 40 años (o antes si hay antecedentes), evaluación hormonal según etapa de la vida, control de piso pélvico y chequeos metabólicos.
En simultáneo, resalta que hay estudios importantes según la edad de la paciente: “Durante la adolescencia el foco está en educación menstrual, vacunas y anticoncepción segura, entre los 20 a 30 años pasa a ser PAP anual y control ecográfico, de los 30 a los 65 el Test de HPV como estrategia principal de tamizaje, acompañado de PAP y colpo según protocolos y de 40 a 50 años nos enfocamos en la detección de perimenopausia y mamografía obligatoria”, destaca. A su vez hace énfasis en que, durante la etapa de menopausia, son claves los estudios como densitometría, controles metabólicos y salud del piso pélvico.
C.: ¿Cuáles son las señales de alerta a las que hay que prestarle atención?
C.I.: Hay síntomas que nunca deben normalizarse. Los más considerables a tener en cuenta son: sangrados menstruales muy abundantes o irregulares, dolor menstrual incapacitante, sangrado después de las relaciones, sequedad vaginal persistente, cambios bruscos en el ciclo menstrual, bultos o secreciones en las mamas, sofocos intensos, insomnio o irritabilidad que afectan la calidad de vida y pérdida de deseo sexual. Estos síntomas pueden reflejar desde alteraciones benignas hasta patologías que requieren diagnóstico temprano, por eso la consulta precoz es fundamental.
C.: ¿Cuáles son las dudas más frecuentes que aparecen actualmente en el consultorio?
C.I.: Hoy las pacientes consultan muchísimo sobre métodos anticonceptivos y cuál es el más seguro según su edad y estilo de vida, ciclos irregulares y síndrome de ovario poliquístico, pérdida de deseo sexual o molestias en las relaciones, perimenopausia y menopausia, especialmente síntomas hormonales y opciones de tratamiento. Otro de los temas más consultados en la actualidad tiene que ver con fertilidad: desde preservación ovárica hasta cuándo conviene buscar un embarazo y salud mamaria, controles de rutina y seguridad de los tratamientos hormonales.
C.: ¿Cómo impactan factores como la nutrición o el manejo del estrés en el diagnóstico y plan de tratamiento ginecológico?
C.I.: Sabemos que la ginecología no puede separarse del estilo de vida. La nutrición, el sueño, el estrés y la actividad física impactan directamente en el ciclo, las hormonas y la salud reproductiva. Por ejemplo, el estrés crónico puede anular la ovulación, generar ciclos irregulares o disminuir la libido, el sobrepeso se relaciona con alteraciones hormonales, síndrome de ovario poliquístico y la falta de sueño afecta la regulación hormonal y el metabolismo. Por eso, en cada consulta evaluamos a la mujer de forma integral, no solo sus hormonas, sino su contexto.
C.: ¿Cuáles son los tratamientos anticonceptivos más elegidos en la actualidad?
C.I.: Los métodos más elegidos hoy son aquellos seguros, prácticos y de larga duración. Entre ellos se destacan el DIU de cobre (no hormonal), DIU hormonal (levonorgestrel), muy elegido por sus beneficios en sangrado y dolor, implante subdérmico, anticonceptivos combinados de bajas dosis, métodos definitivos (ligadura) en mujeres que ya completaron su planificación familiar. Cada método tiene indicaciones específicas, por eso la elección siempre debe ser personalizada y bajo supervisión médica.
De Pamela Anderson a Sol Pérez, las celebridades que cuidan su piel con flores
Carla Iacono: “El concepto de belleza cambió de manera notable, hoy la clave es volver a lo natural”
Juliana Awada reveló cuál es el libro que está leyendo: de qué trata
Cuál fue la dieta con la que Michael Buble bajó 8 kilos y cambió sus hábitos alimenticios
Causa Cuadernos: el timing de la Justicia y las coimas transversales
Tendencias de verano: Leonor y Sofía de España dan lección de estilo en palazzos que podés replicar fácilmente
En medio de los rumores de romance, Ian Lucas reveló la inesperada pregunta que le hizo Evangelina Anderson