¿Cómo nació tu pasión por la organización y ambientación de eventos?
Mi pasión nació de observar cómo los espacios pueden transformar emociones. Desde chica sentía una fascinación especial por los detalles: las luces, los colores, las flores, las texturas… Me di cuenta de que podía crear ambientes que abracen, que sorprendan, que hagan sentir.
Siempre creí que cada celebración guarda un instante que merece ser eterno. Ahí nació mi amor por esto: en el deseo de darle vida a esos momentos que no se olvidan.
¿Qué fue lo que te impulsó a convertir esa pasión en un emprendimiento propio?
Hubo un momento en el que entendí que no quería hacer esto “a medias” ni como un hobby. Sentí una fuerza interna que me decía: “Esto es tuyo. Esto es lo que viniste a hacer.”
Quise construir un camino donde mi sensibilidad, mi intuición y mi manera de ver la belleza fueran mi sello. Crear mi emprendimiento fue un acto de valentía… y también de amor propio. Era elegir mi sueño y apostar por él. Y cada evento confirma que fue la decisión correcta.

¿Qué se siente ser parte de momentos tan especiales en la vida de las personas?
Es mágico. Es profundamente humano.
Cuando alguien me abre las puertas a su historia, a sus emociones, a sus celebraciones, siento un honor inmenso.
Ver una lágrima de emoción, un abrazo fuerte, una sonrisa que ilumina… es imposible no vibrarlo.
Para mí, no es solo decorar: es acompañar, sostener, hacer que la energía del espacio refleje lo que el corazón está viviendo.
Es ser parte de algo que trasciende.
¿Cómo definirías el estilo de tu marca y qué te diferencia?
Mi estilo vive en el detalle y en la emoción.
Diseño espacios que cuentan historias, donde nada es casual y todo tiene un porqué. Busco armonía, alma y elegancia en cada decisión creativa.
Me diferencia mi sensibilidad para conectar con la esencia de cada persona y convertir esa emoción en un universo visual.
No hago eventos en serie: creo experiencias que se sienten, que abrazan y que permanecen en el recuerdo.
En cada montaje pongo mi corazón, porque esa es mi forma de trabajar: con alma, con intuición y con entrega total.
¿Cómo es tu proceso creativo al diseñar una ambientación desde cero?
Empieza en el alma y en la escucha.
Me siento con quienes celebran y busco entender su mundo, su energía, su historia, sus sueños.
Después dejo que las ideas respiren: imagino colores que emocionen, texturas que abracen, composiciones que hagan suspirar.
Dibujar, crear moodboards, experimentar con tonos, materiales y flores… es mi lenguaje.
Mi proceso es intuitivo, sensible y técnico a la vez.
Diseño desde el corazón y produzco desde la excelencia.
¿Qué tipo de eventos disfrutás más coordinar y por qué?
Amo los eventos donde hay emoción pura: quince años, bodas, celebraciones familiares, eventos donde hay historias reales latiendo.
Pero también me apasionan los eventos corporativos cuando buscan sorprender y transmitir identidad.
En todos ellos me enamora ver cómo un espacio puede convertirse en un mundo, cómo una idea toma forma y se vuelve experiencia.
Disfruto donde hay sueños en juego — porque ahí es donde más brillo.
¿Qué importancia le das a la personalización en cada evento?
Para mí, la personalización es TODO.
Cada evento es un universo único. Ninguna persona, familia o marca es igual, por eso no creo en copiar: creo en interpretar, sentir y transformar.
La personalización es la llave para que cada detalle tenga alma. Es la forma de decirle al cliente: “Tu historia importa. Tu sueño es único. Estoy acá para honrarlo.”
Datos de contacto:
Instagram: estefaniaolariaga.eventos
Teléfono: 353-4746008
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