Educando a Emma

CREDITO CARAS

Lo primero que tenemos que entender es simple: los perros ladran.
Ahora bien ¿qué nos están comunicando a través de los ladridos?

Para comenzar a comprenderlos podemos hacer una categorización:

Ladridos de Miedo
Son muy agudos, a menudo penetrantes. La emoción del miedo sale por la boca al ladrar.
El resto del lenguaje corporal del perro nos ayudará a entenderlos mejor:
cola entre las patas, lomo encorvado, postura retraída, cuerpo tenso, lleno de adrenalina.

Ladridos de Advertencia
Son cortos y agudos.
En el código genético del perro está el avisar a la manada de un posible peligro.
De la misma manera, el perro considera que es su trabajo alertar al humano.

Ladridos de Guardia o Defensivos
Se perciben como una interconexión de gruñidos y ladridos cortos, profundos.
Suceden cuando el perro cree que está en una situación de defender algo con su vida, por temor a perderlo.
Se siente amenazado y con miedo. Todo su cuerpo avanzará para defender lo que considera suyo.

Ladridos de Frustración
Probablemente sean los ladridos más desgarradores: una secuencia de ladridos estáticos y repetitivos,
que suenan en un único tono como un “guau, guau, guau” interminable, a veces finalizando en un aullido.
La soledad, el hambre, o el stress crónico pueden asociarse a estos ladridos.

Ladridos de Emoción
Son más o menos constantes, de alta frecuencia y anticipan que algo bueno está por suceder.
Expresan felicidad o expectativa, a veces, stress. Van acompañados de movimientos de cuerpo, cola y saltos.
El perro manifiesta alegría con todo su ser.

Ladridos Aprendidos
El perro ladra, se detiene, mira a su alrededor en busca de alguna respuesta, y reanuda el ladrido.
Son aquellos que los tutores, sin saber, han ido reforzando al hablar, mirar o acariciar al perro mientras ladra en determinada situación e involucran a todos los tipos de ladridos mencionados anteriormente.

Sea cual fuere el ladrido, nunca castigues al perro cuando ladra.
Él está tratando de comunicarte algo que en su cabeza es importante.
Ellos “hablan” a través de los ladridos y manifiestan su estado emocional.

Involucrarse en el proceso de educación de un perro significa conocerlo:
¿qué nos está queriendo decir cuando ladra?

Los humanos hablamos, los perros ladran.
Aprender a interpretar los ladridos de un perro sentará las bases de una buena convivencia.

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