CREDITO CARAS
- No combinen en un mismo día tour por bodegas del Valle de Uco con las del Gran Mendoza: las distancias son largas entre esos tramos, y si hacen esa combinación seguramente van a estar a las corridas. Además, en el caso de que contraten un chofer, seguro el costo será mayor. Y nadie quiere tomar vino apurado, ¿no?
- No se hospeden en Potrerillos si su plan es hacer turismo bodeguero: Potrerillos es el plan ideal para descansar, estar entre montañas y disfrutar de las actividades que este hermoso lugar ofrece. Si quieren hospedarse allí, pueden probar ir hasta la Laguna de Horcones, visitar Puente del Inca y Uspallata, o hacer alguna actividad de turismo aventura, trekking, cabalgatas, etc. Pero no van a estar en una locación cómoda para ir a bodegas.
- No vengan a Mendoza sin reservas en bodegas: esta es la A del ABC de venir a hacer turismo del vino. Especialmente si quieren venir a las bodegas más conocidas: venir sin reservas es venir al muere. Ojo, esto no quiere decir decir que si no van a las más conocidas no tiene sentido que vengan, simplemente digo que siempre es mejor reservar porque sino todas las bodegas agotan sus lugares y no las van a poder conocer.
- No improvisen traslados si su plan es no manejar: sucede muchas veces que media hora antes de ir a un lugar me dicen “Flor, el Uber dice que llega en 15 minutos”. Llegar a tiempo es fundamental para disfrutar plenamente de las actividades y tener la experiencia completa (y además, es lo que corresponde cuando se hacen reservas). Si no quieren manejar, vengan a Mendoza con el traslado ya resuelto, así pueden disfrutar y dejar en manos del chofer el horario de salida.
- No dejen de chequear distancias si van a manejar hasta las diferentes bodegas: esto está relacionado a lo anterior: Mendoza es grande, así que si deciden manejar sean precavidos con las distancias y asegúrense de antemano que vayan a llegar a tiempo, así no se pierden ninguna reserva.
- No sean impuntuales en las bodegas, porque generalmente las visitas son en tour con más personas y no esperan a los que llegan tarde. Esto puede resultar en dos cosas: que se pierdan parte de la experiencia, o que directamente pierdan la reserva. Además, aunque quienes trabajan en las bodegas tengan la mejor de las ondas, recuerden que después de su visita ellos siguen trabajando y tienen que atender a otros turnos.
Para asegurarse un viaje a Mendoza impecable y relajado, ¡no duden en contactarme!
@flordebodegas
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