PASION VERDE

Las esmeraldas, de todos los tesoros de la naturaleza, tienen una procedencia un tanto misteriosa.  Como símbolo de inmortalidad y poder, han sido codiciadas a través de los tiempos. Cuando se mira una esmeralda se desea poseerla. 

El rico color verde de esta piedra es el color de la primavera, es un color sedante que conecta con la armonía de la naturaleza, por lo tanto, esta piedra aporta calma y relajación mental, purifica el espíritu y prepara para la meditación.

La marca Rubi Rubi entiende la conexión profunda de la esmeralda con la persona, colección cuidadosamente seleccionada que resalta la esencia de esta gema. Ya sea un collar para aportar equilibrio a la vida, o en cambio un anillo para atraer el amor, joyas con piedras naturales están diseñadas para conectar a quien las porta en un nivel personal, llevando consigo historias de la tierra y de la humanidad.

Es una piedra preciosa de gran fragilidad frente a los golpes, es así que se desarrolló para la esmeralda una talla en escalera en la que las cuatro esquinas están redondeadas por facetas, la forma es rectangular recibe el calificativo de talla esmeralda. Entre otras tallas podemos mencionar: la forma oval, la talla en cabujón sin facetas, en la forma de pera.

El “fuego verde” resultaba tan fascinante que los conquistadores españoles llevaron a cabo una campaña sangrienta con el fin de descubrir la localización de las minas de esmeralda en América del Sur. En 1557, la campaña finalmente concluyó con el descubrimiento de las espectaculares minas de Muzo y Chivor en la actual Colombia, de donde proceden las más bellas y entre éstas las de mayor tamaño.

Las de Brasil son famosas por su variedad de colores, desde verde clarito a un bonito verde medio oscuro. En otras regiones como Zambia, también se encuentran esmeraldas de calidad gema. De igual manera, es posible encontrar este tipo de gemas en Australia, India y Sudáfrica. Su gran escasez hace que sea una de las gemas más cotizada en el mercado.

La historia de la esmeralda es tan fascinante como voluminosa, los antiguos la apreciaban por ser la piedra que simbolizaba el amor, el renacimiento y la eterna juventud. Debido a que el rico color verde de la esmeralda es el color de la primavera, esta piedra ha sido apreciada desde hace más de 4000 años por diferentes culturas del mundo.

La extracción de esmeraldas se remonta a más de 3.000 años atrás, en la época del Imperio del Antiguo Egipto. Los egipcios la utilizaban para los ojos de sus imágenes sagradas. Las primeras minas de esmeralda mencionadas en la historia fueron las minas de Cleopatra redescubiertas en el norte de Egipto en 1818.A los mongoles de India les gustaban tanto las esmeraldas que grababan en ellas sus textos sagrados y las portaban como talismán.  Es esto lo que condujo al desarrollo de la industria de tallado en Jaipur.

En los siglos pasados la magia curativa era tan fuerte, que por ejemplo en el siglo XVIII en las farmacias se vendían esmeraldas en polvo como medicamento. Era la gema de Ceres, diosa de la agricultura. Un anillo de esmeraldas se ponía a veces en el dedo índice de un muerto como signo de esperanza en la resurrección. En la tumba de Tullia, hija de Cicerón, se encontró la esmeralda más bonita que se había visto en la época

El Museo New York de Historia Natural, por ejemplo, tiene una exposición de una taza hecha de pura esmeralda, que pertenecía al emperador Jehangir, la cual es mostrada al lado de "Patricia", uno de los cristales de esmeralda colombiana más grande, que pesa 632 quilates. La colección del Banco de Bogotá, incluye cinco valiosos cristales de esmeralda con pesos entre 220 y 1.796 quilates. Esmeraldas espléndidas forman parte del Tesoro Nacional iraní, que adornan, por ejemplo, la diadema de la ex emperatriz Farah. El sultán turco también amó esmeraldas. En el Palacio Topkapi de Estambul hay exposiciones con artículos de joyería, instrumentos de escritura y puñales, cada uno magníficamente adornado con esmeraldas y otras gemas.

La Reina Elizabeth II, tuvo joyería guardada en un cuarto especial, se dice que es aproximadamente del tamaño de una pista de hielo, y situado a 40 pies bajo el Palacio de Buckingham. Esto sin incluir las joyas de la Corona británica, las cuales están guardadas en la Torre de Londres. Las fabulosas joyas de su colección incluyen el "Cambridge y Nueva Delhi Parure Dunbar", un fantástico conjunto de joyas, que incluye una diadema de esmeraldas.

Elizabeth Taylor tiene una colección de joyas bien conocida. Como un presente de compromiso, Richard Burton le dio el broche de esmeraldas y diamantes, que ella llevaba con un collar de esmeraldas que él le dio como regalo de bodas.

Rubi Rubi combina de forma magistral el verde intenso de la esmeralda con la delicadeza de los diamantes creando piezas de suma belleza y magia, engastadas en metales preciosos, tales como oro y platino.

 

 

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