Volviendo a lo real: La clave para una vida sana y feliz.

La nutrición integrativa sigue ganando terreno en el área de la salud, pero ¿qué papel juegan los alimentos reales en este enfoque?
Raquel Vedovato: En la era de las dietas de moda y los productos ultraprocesados, nos hemos alejado de lo esencial: los alimentos reales. Verduras, frutas, carnes, pescados y grasas saludables son la base para nutrir nuestro cuerpo, prevenir enfermedades y vivir con energía y vitalidad. Cuando volvemos a este enfoque sencillo, pero poderoso, descubrimos una forma de cuidar nuestra salud que es natural y sostenible.

¿Qué beneficios tienen estos alimentos en nuestra salud física y emocional?
Los alimentos reales están llenos de nutrientes que el cuerpo reconoce y utiliza para optimizar sus funciones. Mejoran la digestión, fortalecen el sistema inmune y equilibran nuestras hormonas, lo que también tiene un impacto directo en la salud emocional. Una dieta rica en alimentos reales puede incluso reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. Por ejemplo, alimentos ricos en triptófano, como huevos o pollo, favorecen la producción de serotonina, el neurotransmisor de la felicidad.

¿Cómo podemos adoptar este estilo de vida en un entorno tan saturado de opciones?
Es importante volver a lo básico. En lugar de buscar soluciones rápidas o seguir reglas estrictas, podemos centrarnos en hacer cambios pequeños y constantes. Cocinar en casa, elegir alimentos frescos y evitar los ultraprocesado son pasos simples pero efectivos. Enseño a mis asesorados a simplificar, a reconectar con sus elecciones alimenticias y a disfrutar del proceso sin presiones.

¿Qué impacto tienen estos cambios en la calidad de vida?
Los resultados son transformadores. No solo se trata de sentirte más ligero o con más energía, sino también de mejorar la relación con la comida y con uno mismo. Comer alimentos reales nos devuelve el control sobre nuestra salud, nos ayuda a prevenir enfermedades y nos permite vivir plenamente.

¿Algún consejo para quienes están empezando?

Empezar por algo sencillo: incluir más colores en el plato. Cada alimento fresco y real aporta un matiz único, lleno de nutrientes y beneficios para tu cuerpo. Cada cambio cuenta y, con el tiempo, los pequeños hábitos suman grandes beneficios. Es importante recordar que el camino del bienestar no se trata de perfección, sino de progreso, equilibrio y hábitos sostenibles en el tiempo. 

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