Exquisito
Su textura mantecosa y entreverada, sumado al sutil sabor de la leche de cabra, junto al hongo penicillium, generan un maridaje inigualable que impacta en el paladar, sin ser invasivo. Este exquisito sabor es distinto al queso azul de vaca, lo que hace que los quesos azules de cabra sean muy famosos en Europa. Sobre todo en España y Francia, de donde son originarios y se consumen desde hace más de 2500 años.
Único
Es único porque no sólo no hay otras fábricas que elaboren este tipo de quesos, sino porque la leche se produce en la Pampa Húmeda. Una región caracterizada por su clima templado, donde su tierra fértil brinda las condiciones ideales para la cría de cabras y la producción de leche de alta calidad, elementos fundamentales para cualquier tipo de queso.
Además, al tener su tambo propio, el proceso de fabricación comienza con la cría de las chivas y el sembrado de los cultivos, garantizando un pasto fresco y nutritivo. Sigue con un ordeñe mecanizado y un control estricto de todos los parámetros de calidad sobre la materia prima. Y finaliza con un seguimiento diario de la maduración del queso.
Saludable
Debido a su composición nutricional y propiedades bioactivas, la leche de cabra es más beneficiosa para la salud que otras. Siendo ésta la sustituta ideal de la leche materna.
Entre algunas de sus características, la leche de cabra, al tener menos lactosa que la de vaca, es de más fácil digestión, es por esto, que se recomienda a niños o adultos con intolerancia a la lactosa. También tiene un contenido más bajo de grasas saturadas en comparación con la de vaca.
Además, la leche caprina, tiene proteínas de alta calidad como la caseína y la whey, esenciales para el crecimiento y reparación muscular. Además es rica en calcio, vitaminas B, C y D, y minerales como potasio, magnesio y fósforo. Y contiene prebióticos y probióticos que pueden ayudar a mantener una flora intestinal saludable.
Por todo esto, el azul cabra Siete Cabritos es único.