El rostro de la Mona Lisa es uno de los más célebres del mundo. La obra magna de Da Vinci ha sido trasladada este miércoles de la Sala de los Estados a la Galería de los Médicis. En la anterior sala llevaba 14 años consecutivos, concretamente desde el 2005. La vuelta a la normalidad de la Gioconda volverá a mediados de octubre, según indicó el museo en un comunicado.
El traslado excepcional de la obra más emblemática del Louvre se debe a la reconstrucción de dicha sala que lleva en obras desde enero con el objetivo de ampliarla para darle cabida a las decenas de personas que visitan la obra diariamente. En la nueva sala, La Gioconda se encuentra igualmente protegida en una vitrina climatizada, ante su particular fragilidad y la gran masa de público que recibe a diario.
Esta nueva ubicación cuenta con la presencia de unas cintas para organizar a la masa de gente. El descontento de los visitantes ha inundado la red social de Twitter con quejas por las colas infinitas que está creando el pequeño óleo. Ente las opiniones de los internautas, aparecen comentarios como que “la Gioconda está sobrevalorada” o que “esta no es forma de hacer turismo”. Asimismo, la han llegado a comparar con una “atracción de feria”.
El Louvre hizo pública por primera vez la obra en 1798, un año en que la pintura aun no tenia reconocimiento mundial. Actualmente, el museo calcula que alrededor del 70% de sus visitantes tienen la principal intención de visitar el sfumato de Da Vinci.
La Mona Lisa es un cuadro que lleva un siglo provocando codazos y aglomeraciones en el reconocido museo francés a causa del valor que se ha ido creando desde su desaparición en 1911. Un 21 de agosto de 1911, el carpintero italiano Vincenzo Peruggia descolgó el cuadro a las 7 de la mañana y salió del edificio con la Mona Lisa bajo la ropa.
Poco después, el pintor Louis Béroud entró a la sala y notificó su desaparición de inmediato a la policía. El museo permaneció cerrado durante una semana para su investigación.
La pintura fue recuperada dos años más tarde tras la captura de Peruggia. Antes de regresar al museo, la obra se exhibió en Florencia, Roma y Milán. La Gioconda también voló a Estados Unidos en 1963, pasando por Washington y el MET de Nueva York con récord de visitas.
El último movimiento de la obra ocurrió en 1974, cuando fue enviada a Rusia y Japón. Desde entonces, la pintura de Da Vinci descansa en París con la recepción de millones de visitantes ilusionados al año.