Si bien es una de las artistas más bellas del medio ambiente, Oriana Sabatini no siempre estuvo conforme con su cuerpo, de hecho, de adolescente sufrió lo que muchas jóvenes cuando comienzan a desarrollarse.
“Crecí con muchos complejos y sufrí frente al espejo. Me miraba con odio, siempre buscando algún defecto que justifica mi inconformidad con mis piernas, con mi panza...”, contó en una nota con la revista Gente.
“Siempre fui enorme respecto a mis compañeras", reveló Oriana. "Cuando ellas todavía no se habían desarrollado, yo ya medía un metro setenta, tenías lolas y curvas que intentaba disimular. Padecí por ser ‘la diferente’. Era terrible ir a la pileta, donde todas usaban bikini, o prepararme para salir en una edad en la que las chicas solemos uniformarnos en un estilo”, agregó.
“Tardé 23 años en darme cuenta de que al entrar a un lugar, nadie se dará vuelta para verte por ser perfecta. Y en este país, donde el foco está puesto en lo físico, no por nada tenemos la cifra más alta en víctimas de trastornos alimentarios, quiero ser yo la que le diga a las chicas: ‘Vas a conquistar el mundo por lo que seas, por tu energía interior’”, confesó Oriana.