Martín Barrantes y Pampita Ardohain se convirtieron en marido y mujer el 30 de noviembre de 2002 en la localidad bonaerense de Tres Lomas, al oeste de la provincia de Buenos Aires. Una historia de amor que no muchos recuerdan y que sucumbió al año siguiente, lo que llevó a ambos a rehacer sus vidas sentimentales.
De Pampita se supo y se sabe todo, pero Martín se fue refugiando poco a poco en el anonimato y así desapareció paulatinamente de la esfera social. Profundizó su dedicación a la clonación y la genética de los caballos a partir de sus vínculos familiares con el polo, ya que su tío fue el recordado polista Héctor 'Gordo' Barrantes. Pasaron los años y finalmente terminó vinculándose con una chica alejada de la escena mediática, Kateryna Wurzel, y con ella tuvo un hijo hace cinco años llamado Felipe Barrantes.
La nueva vida de Martín Barrantes
Radicado en Lobos, Martín Barrantes es todo un apasionado de la clonación de caballos, y eso le valió ser el Director Comercial de la firma Kheiron Biotech. A veces se lo vio en algunos torneos de la Triple Corona argentina de polo, ya que su trabajo lo lleva a relacionarse permanentemente con el ambiente. También alguna vez se lo encontró junto a su cuñado Iván de Pineda, aunque nunca dentro de un contexto mediático.
Hasta que la realización en Pilar de la Copa de Polo Héctor Barrantes, en honor a su tío, el empresario permitió descubrirlo junto a la familia que formó, Martín Barrantes fue el encargado de entregarle la copa al equipo vencedor, integrado por Facundo Pieres y el exfutbolista Leonardo Ponzio, situación que le demandó subir al podio y posar allí junto a su hijo Felipe. Su cara delató felicidad, convencido más que nunca del camino que eligió transitar.
Fotos: Pedro Insaurralde.