A casi un año de la muerte de Carlos Di Doménico —el 16 de mayo de 2018—, CARAS revela fragmentos del expediente que investiga el rol de su viudo y exfuncionario kirchnerista, Juan Manuel Campillo, en la muerte del diseñador. Por primera vez se conoce la denuncia que formularon sus hijos, Stéfano y Carla, y donde acusan al ex de su padre como principal sospecho.
“(...) Tenemos pruebas que realizó maniobras con el fin de apoderarse de todos los bienes de mi padre y de llevarlo a la quiebra”, inicia la denuncia que solicita que se exume el cuerpo de Di Doménico, que hoy permanece en la morgue judicial a la espera de estudios complementarios que prueben si, como sospechan su familia, murió a causa de un envenenamiento. Hasta ahora, la causa de la muerte es Leucemia, enfermedad que se le diagnosticó dos meses antes de morir.
En su relato, sus herederos relatan que Campillo no les quiso entregar el certificado de defunción original, documento imprescindible para iniciar la sucesión, algo que hizo el ex ministro de Hacienda de Santa Cruz pocos días después de la muerte de su cónyuge. Tampoco les entregó las escrituras de tres propiedades: una situada sobre la calle Pacheco de Melo, otra en la calle Primera Junta de Mar del Plata y un departamento en Milán, Italia.
“(...) Tenemos pruebas que realizó maniobras con el fin de apoderarse de todos los bienes de mi padre y de llevarlo a la quiebra”.
A su vez, solicitaron el allanamiento de un inmueble de la calle Adolfo Alsina, donde habría convivido el matrimonio, para recuperar “antiguedades de gran valor, joyas, relojes Rolex, ropa y muchos efectos personales los cuales son impedidos de obtener y retiene injustificadamente el Sr. Campillo, quien nos consta que intenta apropiarse ilegítimamente de todos los bienes, incluso intenta viajar a Milán para tomar posesión del bien de nuestro padre, que son bienes junto al de José Andrés Pacheco de Melo, propiedad exclusiva de nuestro padre”.
Respecto a los meses previos a la muerte de Di Doménico, sus hijos dicen que “aportaremos escuchas telefónicas de nuestro padre en las cuales puede contar y constatar (el Juez) el temor y los hechos que lo atormentaban y las maniobras llevas a cabo por su actual marido el Sr. Campillo y un socio mediante los cuales pone en aviso las maniobras detallando situaciones ilegales en pos y en contra de la sociedad conyugal en desmedro de desapoderarlo absolutamente de todas sus pertenencias y de dejarnos sin recuerdos ni bienes de nuestro padre”.
Mientras aguardan que la causa avance, Stéfano y Carla tuvieron acceso al examen toxicológico que sólo detectó dos sustancias tanto en la sangre de vísceras, como en la bilis y el contenido gástrico: Levetiracetam —un anticonvulsivo— y Lidocaína —un anestésico—, ambas drogas suministradas durante su internación en un sanatorio de Rosario. El próximo paso judicial de parte de la familia será solicitar un estudio complementario que analizaría las sustancias que ingresaron a su cuerpo a partir de una fibra capilar.