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El miércoles 9 de octubre de 2024 quedará en la historia como un punto de inflexión para la reina Letizia Ortiz, no por un acto oficial ni por un hito diplomático, sino por su regreso a la portada de la revista ¡Hola!, que fue todo menos triunfal. Después de nueve meses de ausencia en la portada de este semanario español, que es uno de sus principales defensores, Letizia quedó en el centro de atención por la imagen poco favorecedora que eligieron para retratarla.
De alguna manera, la reina está quedando en un segundo plano después de los escándalos que la rodean y algunos medios de España comenzaron a dejar mensajes bien claros: Letizia Ortiz ya no es la protagonista de la Casa Real.
La portada de Letizia Ortiz que generó revuelo
¡Hola! es conocida por su relación con la monarquía española, y en particular con Letizia, quien durante años fue su figura central. Sin embargo, en 2023 todo cambió cuando una polémica sacudió la vida de la reina: Jaime del Burgo, un examante, publicó una foto en Twitter de Letizia con una pashmina en un baño. Aunque la imagen era inofensiva en su contexto, el gesto de Del Burgo insinuaba una relación pasada, lo que desató un verdadero escándalo.
Este miércoles, la revista volvió a utilizar la imagen de Letizia, pero en lugar de mostrarla impecable, sonriente y radiante, publicó una foto que dista mucho de los estándares que la monarquía y la prensa suelen utilizar. En la instantánea, la reina aparece saliendo de un restaurante colombiano en el barrio madrileño de Chamberí, sin maquillar, con ropa casual y desarreglada, evidenciando raíces de cabello sin teñir. La elección de esta imagen no parece ser un accidente, sino una decisión calculada que deja ver el declive de la monarca en cuanto a la opinión pública respecta.
Mientras tanto, la nueva estrella de la familia real es su hija, la princesa Leonor, quien se está convirtiendo en el centro de atención mediática, junto con su prima Irene Urdangarin, una de las figuras más fotogénicas de la familia.
Letizia, a sus 52 años, parece estar transitando hacia un segundo plano en los medios y, quizás, en la vida pública. La elección de esta foto, donde todo sugiere desinterés por el protocolo estético que suele rodear a la realeza, puede ser interpretada como un reflejo de la transición generacional que está ocurriendo en la Casa Real.
VO
