La vida de Beatriz Salomón se iluminó con la llegada de Bettina y Noelia. En aquel entonces, se convirtió en su madre, cuando estaba casada con el cirujano plástico Alberto Ferriols. La icónica ex chica Olmedo se dedicó de lleno a ejercer su rol de madre, que siempre había soñado.
Hoy se cumplen dos años de su fallecimiento, a raíz del cáncer de colon que tuvo que enfrentar luego de muchos años difíciles. En ese entonces, Beatriz pasó por una traumática separación, el peligro de quedarse sin sus hijas, y la falta de trabajo digno pese a su trayectoria y condiciones. La actriz batalló con todas las dificultades y logró cumplir un gran sueño: que sus hijas crecieran felices y sin necesidades, rodeadas de afecto y con un gran futuro por delante.
Las jovencitas actualmente viven en la misma casa en la que compartían con ella en el barrio de Recoleta, a pocos metros de Plaza Francia. Actualmente están bajo el cuidado de Blanca, la niñera que estuvo con ellas desde que eran bebés y que, además, representaba un pilar en la vida de Beatriz. "Blanca no se separó nunca de Beatriz y sus hijas, ni siquiera cuando la Turca tuvo sus problemas económicos más serios y le costaba pagarle. La bancó siempre. Es de fierro, un miembro más de la familia, era algo natural que se quedaran viviendo con ella", explican desde el entorno.
Aunque no viven con su padre, el cirujano sigue con un papel importante en la vida de las dos jóvenes, las sostiene económicamente y con su presencia. Esto es algo que Beatriz también se preocupó por dejar para su posteridad. "La Turca respetó siempre su lugar como padre, más allá de todas las diferencias que había entre ellos", aclaran.
Sobre las chicas Roberto Piazza, padrino de Noelia y uno de los mejores amigos de Salomón, aseguró: “Están como la Turca quiso que estén" y agregó que ambas están muy bien "encaminadas", afirmó el diseñador.
Cuando la actriz se separó del cirujano, en medio de un escándalo mediático, hace unos 17 años atrás, casi revocan la adopción. “Mis hijas son lo que más amo en el mundo. Las defiendo con uñas y dientes”, dijo Beatriz en ese momento y logró seguir con ellas.
Cuando Beatriz se fue, Alberto y sus hijas se pusieron de acuerdo y se juramentaron algo: dejar atrás la vida mediática y no dar más notas. El propio Ferriols lo explicó de manera muy respetuosa: "Estoy muy orgulloso de las nenas, ellas están muy bien. Son chicas con un comportamiento ejemplar. Hemos consensuado entre los tres no dar ninguna nota posterior al fallecimiento de su mamá, agradezco el recuerdo y les mando un saludo a todos. Muchas gracias".
Otro motivo de orgullo para Ferriols es que Noelia, la mayor, se decidió por estudiar medicina, y eligió precisamente la rama de la cirugía plástica, como su padre, noticia que compartió públicamente mediante un video. Bettina, la menor, terminó ya el secundario pero, dado el bajo perfil que la familia acordó mantener, aún no se sabe cuál es la carrera que eligió seguir la joven. Desde el entorno aseguran que las hermanas son dos chicas estudiosas y muy compañeras entre sí. "Están como la Turca quiso que estén", aclara Piazza.
"La Turca debe estar muy contenta. Las chicas están encaminando su vida de una manera muy inteligente y viva, en todo el sentido de la palabra", insiste el diseñador.
FF